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Judicial
Asesinaron a bala a reconocido funerario y exparamilitar en el barrio Comuneros, de Cúcuta
El hombre, de 54 años, era conocido como Pablo Cajones y había pasado 18 años en prisión tras desmovilizarse.
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La opinión
La Opinión
Domingo, 18 de Mayo de 2025

Pablo Fidel Gómez Mendoza (54 años) durante buena parte de su vida estuvo relacionado con la muerte, porque Pablo Cajones, como era conocido Gómez, fue un reconocido funerario en Norte de Santander.


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El pasado 16 de mayo, en la esquina de la calle 2 con avenida 7 del barrio Comuneros, Pablo compartía unas cervezas con algunos allegados durante toda la tarde. El hombre estaba sentado sobre el andén con una silla y la mesa donde acumulaban las botellas de alcohol. Pero la velada de amigos, minutos antes de las 6:00 de la tarde, dejó de ser tranquila, porque un hombre llegó caminando hasta la mesa, y le disparó en dos ocasiones a Pablo, ambos tiros directos a la cabeza.

Según testigos del hecho, el pistolero se dirigió a una motocicleta Suzuki negra, modelo GN, donde un cómplice lo esperaba para emprender la huida.

Los responsables escaparon hacia la calle quinta, la música se detuvo y tras algunos segundos, los vecinos de la zona empezaron a congregarse alrededor de la escena.

Entre la confusión del momento, se dieron cuenta de que era una persona reconocida en el sector, pues Pablo Gómez había crecido en el barrio, a era alguien a quien habitualmente veían en ese mismo establecimiento comercial, el único tipo estanco en la zona.

Mientras el charco rojo empezaba a extenderse bajo su cabeza, marcando claramente donde había sido la zona de impacto, y también haciendo saber que las heridas eran mortales, algunos de sus seres queridos llegaron a la zona, entre gritos y desconsuelos lamentaban lo sucedido, se arrodillaron junto al cuerpo, intentando que volviera a la vida.


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Minutos después de lo sucedido llegó la Policía, intentaron brindarle primeros auxilios, pero de poco serviría, lo cargaron a bordo de un vehículo policial, en el cual lo transportan al Policlínico de Atalaya, a apenas unas cuadras de distancias.

Pablo Cajones llegó sin signos vitales, el personal médico hizo labores de reanimación, pero no fue suficiente, el hombre fue declarado muerto.

Las autoridades adelantan las investigaciones preliminares y recopilaron datos sobre las  características físicas de los agresores. Rápidamente se inició un plan de búsqueda de los responsables por las unidades policiales en toda la ciudad, sin embargo, aún no se ha dado con el paradero de los involucrados.

Los móviles detrás del asesinato siguen siendo materia de investigación para las autoridades, en tanto, se adelanta la revisión de cámaras de seguridad en la zona, lo cierto es que asesinaron a un hombre con un amplio recorrido como funerario, pero también al margen de la ley.


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Pablo Cajones

Durante gran parte de las décadas de 1980 y 1990, Pablo se dedicó al negocio de las funerarias, pasando por varios establecimientos de este tipo en la ciudad, por lo cual fue apodado de Pablo Cajones.

En 1998 le llegó una oportunidad que le cambió la vida, fue llevado a seguir con su labor en funerarias de Tibú, sin embargo, pronto se desviaría.

Tras un par de años en el negocio, en aquel municipio Pablo terminó relacionándose con las Autodefensas Unidas de Colombia, una organización paramilitar.

En 2004, Pablo hizo parte del ‘Acto de fe por la paz’, se acogió a la Ley de Justicia y Paz, desmovilizándose de las actividades al margen de la ley. Los siguientes 18 años de su vida los pasó en prisión hasta su liberación en 2022.


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Desde entonces, inició un emprendimiento de venta de hamburguesas en el barrio El Contento, donde residía hasta su muerte.

Era habitual verlo departiendo en Comuneros, “él se la pasaba por allá, porque en ese barrio creció, casi que todos los días iba a encontrarse con viejos amigos, porque amistades sí tenía y bastantes”, dijo un conocido de la víctima.


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