El ransomware se ha posicionado como el formato de ciberataque que más ha aumentado su presencia en Latinoamérica y Colombia, con regiones como Norte de Santander, no es ajena a esta situación.
El ransomware es un tipo de software malicioso que se envía frecuentemente a través de emails no deseados o de phishing, que engañan a los usuarios secuestrando y bloqueando archivos o sistemas, para evitar el acceso. Al ser un “secuestrador”, utiliza la encriptación manteniendo los archivos como “rehenes”. En teoría, cuando la víctima paga el monto del rescate, recibe la clave de desencriptación, liberando los sistemas bloqueados.
Considerando este escenario, Ricardo Pulgarín, Security Solutions Architect de Cirion Technologies, explica que “el foco de las empresas e instituciones debe estar puesto en el fortalecimiento de los esquemas de ciberseguridad”. Para ello, el experto entrega 10 recomendaciones para enfrentar de manera estratégica las posibles amenazas:
1.- Proteger los sistemas de recuperación y realizar copia de seguridad de los datos: en caso de incidentes provocados por personas, ransomware o desastres naturales, es esencial adoptar las medidas que permitan una rápida recuperación de datos y sistemas. Para ello es necesario hacer la copia de seguridad de los datos, hacer pruebas de recuperación y un plan que incluya la definición del punto objetivo de recuperación (RPO) y determine la frecuencia con la que se realizarán los backups, junto con un tiempo objetivo de recuperación (RTO).
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2.- Ejecutar simulacros de recuperación: este tipo de acciones garantiza que los datos estén disponibles, que cada recurso se pueda recuperar y que todo funcione como se espera. Hay que sumarles una correcta comunicación a lo largo de la cadena de mando establecida y la definición de responsabilidades de equipos y personas.
3.- Formación y concientización en ciberseguridad: establecer la seguridad de los datos tiene que ser una prioridad de la empresa. De ahí que una correcta capacitación sea clave, tanto para entender los riesgos a los que se puede ver expuesta la compañía, como para que los colaboradores comprendan la importancia de asumir su responsabilidad ante posibles amenazas.
4.- Definir la superficie de ataque: las organizaciones deben tener claro cuáles son los sistemas, dispositivos y servicios de su entorno necesarios para mantener sus negocios en línea y su inventario activo. Esto les ayudará a identificar sus frentes más vulnerables y a trazar la línea base de recuperación del sistema.
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5.- Auditar y gestionar los dispositivos más vulnerables: con el fin de contar con una estrategia de seguridad integral, es fundamental disponer de controles en todos los puntos críticos de la red. Sin duda, la seguridad perimetral es importante, pero para ser efectiva, y considerando la alta movilidad de los usuarios, debe complementarse con seguridad en los dispositivos de usuario final.