La construcción siempre ha sido y será uno de los mayores motores de la economía colombiana, de nuestra región Norte de Santander y nuestra amada ciudad Cúcuta; y esto se ha demostrado a través de los últimos años debido a su capacidad de generar empleo, su aporte a la macroeconomía e industria y su articulación clave con las políticas públicas donde las apuestas del Gobierno Nacional por medio de los beneficios tributarios, subsidios a la vivienda, programas y demás facilidades destinadas a dar la oportunidad a los colombianos de adquirir vivienda digna, supliendo así la deficiencia tanto cuantitativa como cualitativa del territorio.

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Así mismo, nuestros empresarios han sido los generadores de estas oportunidades y sueños de todos los colombianos y quienes están día a día, año a año, haciendo frente a las problemáticas, dificultades y variaciones del sector constructor para garantizar que estos sueños sean una realidad. Pero aún más importante son todos aquellos compradores de vivienda que más allá de la compra de un bien, de suplir una necesidad básica de tener un techo propio que les brinde protección es crear un hogar. 

El hogar es donde suceden los mejores momentos de las personas, donde compartir y convivir es el día a día, es el lugar donde viven y vivirán recuerdos en familia, crearán vida y más importante aún, crecerán como personas. Aquí es donde está la esencia que fundamenta la generación de este importante círculo económico y de desarrollo de la cadena de valor de sector y sus interesados.

A lo largo de esta última década, el desarrollo de vivienda en Cúcuta ha sido un claro ejemplo de esta importancia que mencionamos anteriormente. Siendo una ciudad con unas condiciones especiales de frontera, relaciones comerciales binacionales claves para el crecimiento económico, lo cual indirectamente influye en el desarrollo de edificaciones ya que genera circulación del dinero permitiendo a más cucuteños acceder a su propia vivienda.

Si nos remitimos 10 años atrás, la actividad edificadora estaba en plena recuperación de un 2010 que venía con unos índices bajos al punto que en su tercer trimestre logro alcanzar un crecimiento e 18.1% generando una expansión del sector de 5,7% a lo largo del 2011.

En frontera con el creciente negocio de las remesas procedentes de Venezuela, a las cuales se convirtieron en una novedad por lo cual se estima que, si para 2005 enviaron 11 millones de dólares, para 2011 se enviaron 500 millones de dólares aproximadamente, lo cual pudo generar una expansión y crecimiento en el sector comercial e inmobiliario en la ciudad y departamento, también impulsado por el programa de vivienda gratis para los colombianos que viven en pobreza extrema lanzado por el expresidente Juan Manuel Santos como impulsor de la locomotora de vivienda del gobierno. 

En Cúcuta se recibieron 455 viviendas gratis en la primera visita del presidente de las 3300 viviendas gratis asignadas para la ciudad. De las 455 casas gratis entregadas, 55 familias habitarán en la urbanización San Fernando El Rodeo, 200 más en la Urbanización Estoraques y las restantes 200 en la Urbanización Cormonares, según datos obtenidos del Ministerio de Vivienda. 

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De este modo para el año 2013 se generó un crecimiento de 5,2 puntos porcentuales en el las Cuentas Nacionales Departamentales de acuerdo con datos publicados por el Departamento Administrativo de Estadísticas (DANE), notándose una gran expansión de 54,6% respecto al año 2012 en el sector constructor, siendo la rama de la actividad económica que más aportó al crecimiento del PIB, año en el cual en la ciudad se construyeron 2.118 unidades de vivienda, creciendo 220,9% frente a las viviendas construidas en el año 2012.

Pero este panorama se mantuvo en menor media para el siguiente año donde en la ciudad de Cúcuta se vendieron 3.955 unidades de vivienda con una expansión de 195,8%, según datos arrojados por el sistema de información Coordenada Urbana de Camacol.

Para mediados del 2015, el Gobierno Nacional, por medio de su Ministerio de Hacienda y Crédito Público, presentó el plan de austeridad inteligente junto al presupuesto general de la Nación, apostándole al sector privado.

En este marco, la construcción tomó un papel principal, debido a su capacidad de dinamizar la economía y la generación de empleo, lo que le dio paso al programa de vivienda denominado Mi Casa Ya, siendo hasta hoy una pieza fundamental del engranaje de la vivienda en Colombia. 

(Mateo Montebello, gerente de Camacol Cúcuta y Nororiente.)

La entrada en vigor de este programa se vio reflejada en nuestra ciudad con un impacto muy fuerte en los lanzamientos y futuros desarrollos de proyectos VIS en el territorio. 

Si nos vamos a las cifras, para el 2011 se lanzaron 132 unidades VIS, mientras que para el mismo año fueron 841 NO VIS, según los datos que reporta Coordenada Urbana para el municipio de Cúcuta.

Pero con la entrada en vigencia del programa Mi Casa Ya para el año 2015 se lanzaron 1.758 unidades de vivienda y se vendieron 2.323 unidades, a nivel de ciudad, en el ámbito nacional se lanzaron en total 89.290 unidades para el segmento de Vivienda de Interés Social, este crecimiento e implementación del programa ha generado avances en la solución de la situación habitacional y déficit de vivienda en la ciudad, generando un porcentaje alto de viviendas en construcción jalonando la generación de empleo o ocupación en el sector de la construcción, año en el cual la tasa de desempleo de Cúcuta se situó en 12,5%, siendo la cifra más baja en los últimos 10 años y con 31.000 personas ocupadas en la rama de la construcción. 

Por otra parte, para 2016, con las afectaciones generadas por el cierre de la frontera binacional con Venezuela, el nivel de exportaciones del departamento ha disminuido considerablemente, pues, durante este periodo se ha dejado de exportar cerca de 74,6 millones de dólares FOB.

La tasa de desempleo llegó a 13,8%, situación que se esperaba dado el cierre para el sector constructor, a pesar de las bajas, fue un año bueno donde se construyeron 5.282 unidades de vivienda, con una variación muy positiva.

En cuanto a los lanzamientos de vivienda se contrajo respecto a 2015 en 59%; de igual forma, generando pérdida en el dinamismo que se venía presentando en Cúcuta y generando contracciones en la mercado de vivienda nueva.

Según cifras reveladas por el DANE, el Producto Interno Bruto (PIB) a nivel nacional creció a ritmo constante de 2,6%, cifra superior a la presentada en el año inmediatamente anterior, dinámica también presentada en Norte de Santander con un PIB de 13.347 miles de millones de pesos, generó un crecimiento de 3,1%, por su parte el sector constructivo presentó una tendencia de recuperación después de un 2017 de crecimiento negativo de 17,6%. En cuanto a la venta de vivienda nueva presentó la misma dinámica generando 2.904 ventas con un crecimiento de 52%. 

Para el 2019 se genera el Plan de Ordenamiento Territorial, documento u hoja de ruta para el crecimiento de la ciudad para los próximos 12 años; el perímetro urbano de Cúcuta se mantuvo casi igual al del POT anterior, no se incorporaron zonas de expansión urbana, y en esa medida se planteó que el crecimiento de la ciudad privilegiará la construcción de edificios. 

Esto cambia el futuro contractivo de la ciudad el cual se había basado mayormente en la construcción de vivienda unifamiliar. Este año fue un año con tendencia contractiva en ventas de vivienda nueva con un decrecimiento de 23,9% respecto a las ventas presentadas el año anterior. 

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Finalmente, el 2020, un año golpeado por la coyuntura económica mundial generada por la pandemia COVID 19, trajo consigo muchos retos para el sector constructor, con un crecimiento a nivel nacional negativo en los 4 trimestres del año, mayormente marcado en el segundo trimestre, donde inicio las restricciones sanitarias en el país.

El sector generó un crecimiento de -36,7%, dinámica que también se presentó a nivel de crecimiento del valor agregado en Norte de Santander, llevando la misma dinámica contraccionista en el sector constructor, cayendo en 19,2%, esto generó desempleo, llegando a una tasa de 33,4% para el mes de junio. 

Las ventas de vivienda en el primer trimestre del año fueron muy positivas, siendo enero uno de los meses con mayores ventas en los últimos 5 años en Norte de Santander, pero esta dinámica no se presentó durante los siguientes meses, donde se presentaron fuertes restricciones de movilidad generando ventas muy bajas para los meses de mayo y junio, donde los lanzamientos de vivienda nueva fueron escasos. 

Debido a la gestión realizada y la reactivación económica presentada en el sector constructor, el aumento en cuanto a viviendas vendidas y lanzadas fue muy positivo. En el ultimo trimestre del año se presentó un repunte en ventas con 533 unidades vendidas a nivel de ciudad y 1.418 unidades lanzadas, se nota la reactivación que se generó en la ciudad.

Las expectativas de compra de vivienda mejoraron, debido a la dinámica de la economía y de las oportunidades de asignación de subsidios, implementando para septiembre de 2020 la entrega de 100.000 subsidios para la compra de vivienda nueva perteneciente al segmento de vivienda No Social de hasta 500 salarios mínimos, esto como parte de las estrategias implementadas por el Gobierno para dinamizar el sector de la construcción durante la coyuntura por el COVID- 19. 

Por Mateo Montebello, gerente de Camacol Cúcuta y Nororiente