El último trimestre del año pasado fue agitado por el anuncio del comienzo del trámite de uno de los matrimonios más ambiciosos del negocio de bebidas. Se trataba de la solicitud de alianza entre Bavaria, Industria Nacional de Gaseosas S. A. (Indega), Embotelladora de la Sabana S. A. S. (Embosa), la Compañía de Transporte de Bebidas S. A. S. (Transbeb), la Compañía de Servicios Comerciales S. A. S. (Atencom) y Coca-Cola Bebidas de Colombia S. A. para fortalecer la distribución y venta de sus productos con el objetivo de tener mayor competitividad en el mercado local.
Sin embargo, tras un análisis llevado a cabo durante seis meses, la Superintendencia de Industria y Comercio expidió la resolución 23569 del 23 de abril que frenó la realización de este acuerdo, que, entre otras cosas, impactaba a 11 mercados potenciales de bebidas y vinculaba a empresas con activos cercanos a $12 billones, según datos a corte de 2019.
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El documento firmado por el superintendente Andrés Barreto resolvió objetar la operación de integración propuesta en los términos que fue presentada” debido a que la alianza tendería a producir una indebida restricción a la competencia.
Por otro lado, el ente regulador señaló que “los mercados de bebidas analizados en el presente caso tienen altas barreras de entrada y expansión para actuales y potenciales competidores, principalmente en lo relacionado a la producción, distribución y comercialización. Como resultado de la operación proyectada se encuentra que dichas barreras se incrementarían en los mercados de bebidas alcohólicas y no alcohólicas”.
Al respecto, Carlos Amaya, socio del bufete Amaya Propiedad Intelectual, señaló que son varios los aspectos que se tuvieron en cuenta para la determinación. Por un lado, “que no se conforme monopolio, porque podría permitir alguna determinación de precios, y también, se podría incurrir en competencia desleal. Este tipo de integraciones deben buscar intervenir, no obstaculizar el mercado”.
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Precisamente, la Superintendencia explicó que, la unión del portafolio de las marcas de Bavaria y Coca-Cola les generaría tener mayor poder de negociación sobre los puntos de comercios, sobre todo, en zonas donde solo una de las dos tiene presencia, por lo que “las exclusividades y posicionamiento de marcas podrían generar estrategias de empaquetamiento y ventas atadas de productos con posicionamientos muy importantes, por lo que la capacidad de negociación sería muy difícil de contrarrestar, creando altas barreras de entrada”.
Otro de los puntos que expuso la SIC fue que la alianza podría generar efectos negativos frente a la producción y compras de materias primas e insumos de los negocios donde tendría impacto, puesto que, como las empresas contarían con más centros producción y de almacenamiento, se abre la puerta a que haya la salida o la no entrada de agentes del mercado que no puedan tener esa red de producción o que no tengan la misma capacidad de compra.
Raúl Ávila, economista y docente de la Universidad Nacional, señaló que, tras lo expuesto por la Superindustria, Bavaria y Coca-Cola deberán replantear la alianza si quieren volver a presentar el requerimiento, dado a que este freno se toma con base en estudios económicos que quieren evitar que se de concentración de algunos mercados, a pesar de que el objetivo era apalancar su crecimiento en el país.
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Empresas tienen mayoría del mercado
Si bien la Superindustria determinó que la alianza estratégica impactaría sobre 11 mercados diferentes, al revisar los datos en los negocios de cervezas y de bebidas carbonatadas, según datos de Euromonitor Internacional, se encontró que tanto Bavaria como Coca-Cola son líderes en sus mercados. La primera cuenta con una porción del negocio de 88,9%, seguida de Central Cervecera, que tiene 3,7% y de Bogotá Beer Company, que es de la casa matriz de Bavaria, con 3,1%. En el nicho de gaseosas, Coca-Cola cuenta con 34,8%, seguida de Postobón (26%) y Aje Group (10,4%).
