La reforma pensional que se encuentra en la recta final para ser aprobada en el Congreso de la República, no es tan benévola como la quieren hacer ver el Gobierno Nacional y quienes apoyan el proyecto, puesto que a futuro podría estar provocando severos daños al ahorro pensional y poner en riesgo la jubilación de miles de colombianos.

 Algo muy delicado se oculta en los parágrafos del artículo 24, porque los fondos privados de pensiones de ahora en adelante podrían llegar a obtener hasta el doble o triple de comisión sobre la cotización, el saldo y los rendimientos, cobros sobre los cuales hay múltiples inquietudes desde el punto de vista de riesgos financieros para los clientes.

De quedar eso así en la próxima votación de la planearía de la Cámara de Representantes, en pocos años las alarmas advertirán la caída del país en un detrimento del ahorro de los colombianos para lograr un retiro pensional decente.

Hasta el primer trimestre del presente año, los fondos privados de pensiones registraron $421.39 billones por concepto del ahorro de más de 19 millones de colombianos afiliados.

Teniendo en cuenta esos datos hay que ponerle atención y seguir con cuidado esos ‘acuerdos’ a los que al parecer se están llegando con algunos fondos y sus lobistas, en el Congreso, porque el Gobierno tendrá que explicarle al país  la razón de tan costosa negociación con las comisiones para sacar adelante la pensional.

Por eso son razonables las advertencias que se han empezado a escuchar desde  diferentes sectores y expertos, como por ejemplo el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, Oliver Pardo, quien ha hecho un duro planteamiento.

“Si para que las AFP sobrevivan es necesario que estas les cobren a los afiliados triple comisión, entonces es mejor que se acaben y le pasen la administración de los activos al fondo de ahorro público que va a administrar el Banco de la República”.

Ese planteamiento debe de servir de punto de partida para la revisión de ese aparte de la reforma pensional antes y durante la plenaria de la Cámara, porque  así como se ha definido queda como un riesgo inminente para quienes ahorran para su futura pensión.

Además, suena como un imposible que a esta operación se le trate de hacer ver como parte del acuerdo nacional que se ha venido planteando desde el Gobierno para impulsar y lograr la aprobackión y puesta en marcha de las reformas sociales que ha venido planteando y defendiendo.

En la eventualidad que ese artículo de las comisiones quedara de la manera como se ha planteado, llevaría a dos hechos extremos. Uno, que el famoso acuerdo nacional no es para beneficio de las mayorías sino de unos cuantos a costa del pueblo para el Gobierno del presidente Gustavo Petro tratar de mostrar algún resultado positivo dentro de sus propuestas de cambio.

Y segundo, que no es ningún acuerdo nacional sino más bien una especie de ‘negociación nacional por debajo de la mesa’ que a la postre acarreará complicaciones y dejará incluso abierto el camino para futuras demandas y, lo que es peor, la aceleración del desprestigio para el poder Ejecutivo y la clase política colombiana.

Ojalá prime la sensatez y se haga una reformulación de ese aspecto que hoy tiene pensativos a los cotizantes actuales, que son los jóvenes, quienes vuelven a ver que sus posibilidades de disfrutar de una futura pensión se vuelve a enturbiar por nuevos nubarrones.

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