

Era lógico que una ciudad como Cúcuta, que ha estado expuesta a todas las formas de violencia generadas por los distintos actores del conflicto armado, el Cementerio Central se convirtiera en un lugar de interés esencial para la búsqueda de personas desaparecidas.
Todo lo que se logre allí por parte del equipo de especialistas de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) se convierte en un acto de humanidad para ayudar a cerrar el duelo de quienes perdieron a sus seres queridos en medio de la guerra.
Los resultados de un trabajo de esa naturaleza fue muy bien descrito por la investigadora humanitaria Lina Amaya, quien hace parte de ese equipo, al comentar que “ayudar a las familias a conseguir respuestas en su búsqueda me genera paz”.
Y nosotros añadimos que es una paz que se bifurca en diferentes direcciones hacia la familia, hacia la sociedad y hacia los territorios, porque lograr la identificación de los desaparecidos y luego hallar a los dolientes para entregarles los restos mortales, es una manera humanitaria de lograr avanzar en la desactivación del doloroso factor de la desaparición forzada ocasionado por los grupos armados en el país a lo largo de los años.
La tarea a lo largo del país por parte del UBPD es inmensa, porque se estiman que por efecto de este enfrentamiento armado incesante, ya se estiman en 116.000 los desaparecidos en Colombia, cifra que encierra una gran tragedia nacional.
Las organizaciones guerrilleras y los paramilitares, los agentes del Estado y otras organizaciones que han mantenido al país en medio del fragor de las armas, con picos violentos tan delicados como el de hoy en el Catatumbo, son responsables directos de este delito.
Para el microcaso del Cementerio Central de Cúcuta, las operaciones que hacen parte del Plan Regional de Búsqueda del Área Metropolitana de Cúcuta y Frontera, se han recuperado 558 cuerpos de los 695 que revisten interés forense, luego de intervenir 37 de 45 puntos de búsqueda, que abarcan osarios colectivos y bolsas degradadas.
Hay una cuestión sobre la que debe avisarse a la ciudadanía para que quienes tengan parientes desaparecidos por la guerra, hagan contacto con la Unidad de Víctimas de Personas dadas por Desaparecidas, para de esta manera poder desarrollar pasos esenciales.
Se trata de las solicitudes oficiales de búsqueda dentro de las cuales figuran las muestras de ADN para poder ayudar a la plena identificación de los restos que tienen huellas de torturas y de heridas generadas con armas.
En ese sentido podemos ver que se requiere que 620 personas se acerquen a la Unidad para poder darles un manejo también a estos cuerpos que se han recuperado, y así el capítulo tenga un cierre adecuado.
Todo lo que se logre en este campo es una inmensa misión cumplida, porque cada grupo familiar pueda sepultar a quien por circunstancias del conflicto perdió la vida, en medio de una acción que lo llevó a estar desaparecido. En este aspecto hay que darle todo el respaldo a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) para que siga en su humanitaria acción.
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