Desde hace 12 años, la familia Carrillo Jaimes cultiva café en su finca El Pino, en la vereda Sombrerito de Ragonvalia, producto que vendía solo en el pueblo. Hace un año y medio visionó el cultivo como un negocio formal y más rentable con granos especiales, por lo que decidió crear la marca Carrillo’s Gourmet Coffee (CGC).
Esther Jaimes, su esposo Freddy Carrillo y su hija Ruth participaron en la reciente edición de Cúcuta Exporta, en busca de expandir su empresa. Allí, como otros representantes del sector, pudieron relacionarse con algunos compradores de cara a futuros negocios.
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“Es un emprendimiento familiar. Quisimos nosotros mismos vender nuestro café con marca propia. Nosotros nos encargamos del proceso desde la recolección. Mis hijos, mi esposo, todos trabajamos y, desde que comenzamos con el negocio, exportamos a Estados Unidos”, indicó Jaimes.
La caficultora calculó que han vendido a ese país, en pequeños pedidos, unos 2.000 kilos anualmente. Destacó que, a través de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) y de la Cooperativa de Caficultores del Catatumbo (Cooperacafé), han dado esos pasos.
“Nos imaginamos exportando a otros países. Queremos llegar a España y Canadá, por ejemplo. Estamos claros que hay que competir con calidad para crecer”, añadió la emprendedora nortesantandereana. Precisó que en su finca tienen tres hectáreas del cultivo de las variedades Geisha, Castillo y Cenicafé 1, dos de esas hectáreas dedicadas a cafés especiales.
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El comprador internacional Carlos Acosta se vino desde España hasta Norte de Santander en busca de granos especiales y, en Cúcuta Exporta, comprobó la calidad del cultivo, teniendo en cuenta que, además, es catador y que durante mucho tiempo trabajó con la FNC como fiel recibidor.
Acosta afirmó que una de las debilidades que encontró en los cafeteros —la cual ha evidenciado en otras ferias— es que no están informados sobre las herramientas que les ayudan a tramitar los requisitos para vender fuera de Colombia.
“Hay que prepararse. Aquí tenemos asesores que te sacan el FDA (Food and Drug Administration o Administración de Alimentos y Medicamentos) para entrar a Estados Unidos; expertos que te ayudan a sacar un registro Invima, que cuesta plata, pero hay programas especiales donde sale muy barato tener ese documento. En mi caso, los direcciono en lo que respecta a empaques, para tener una buena imagen en el exterior”, agregó Acosta.
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El comprador expresó que EE. UU. es un mercado interesante que lo atienden grandes empresas, en donde la mayoría de consumidores buscan el “café quemado”, más no el especial.
“Otro error de los cultivadores colombianos es que quieren llevar el café tostado, ya listo, y ese mercado no existe. El café, cuando se muele, cuando ya tienes la harina, se oxida, por lo que pierde características de su sabor y olor. Por eso es mejor comprarlo en grano”, aseguró Carlos Acosta.
El negociante les aclaró a los emprendedores que competir con calidad no implica que tengan que dejar de vender el grano que no es especial de un día para otro. Entonces, para comenzar, si tienen diez hectáreas sembradas, se recomienda empezar con una de ellas dedicada a variedades diferenciadas.
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