La volatilidad del dólar ha sido uno de los protagonistas en la economía colombiana en este 2023. En lo corrido de este año, la Tasa Representativa del Mercado (TRM) ha llegado hasta los $4.800, pero, desde hace unas semanas, ha sido sorpresa la tendencia bajista de la moneda estadounidense. El fin de semana la divisa cerró su cotización en $4.145.
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, explicó que este comportamiento obedece a dos razones.
La primera se debe a que el dólar en los Estados Unidos se estaba fortaleciendo mucho en un momento en el que la inflación mundial seguía subiendo y no se sabía hasta donde iban a subir las tasas de interés internacionales.
La segunda, por una agenda legislativa y un cambio de estructura en términos de la transición energética en Colombia que creó alguna incertidumbre en los actores del mercado, los cuales dejaron de invertir en pesos e invirtieron en dólares.
José Ignacio López, director de investigaciones de Corficolombiana, explicó que hay aspectos negativos y positivo en este comportamiento. “Yo diría que hoy en día la apreciación de dólar para Colombia es una buena señal, pues eso genera un aumento de la riqueza del país y de los ciudadanos frente al resto del mundo, hace que haya un acceso más claro a los bienes de capital y de consumo que se produce en el resto del mundo. A estos niveles creo que son más ganancias con un dólar a la baja”.
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En el contexto local
Alexander Botello, economista, profesor e investigador, aseguró que el comportamiento del dólar afecta la vida cotidiana de todos los ciudadanos en múltiples formas y al aparato productivo del país.
Por ejemplo, en este caso, “la caída del dólar o lo que es lo mismo una revaluación del peso, beneficia la canasta de consumo de bienes importados, así como a todos los sectores, entre ellos, el de agricultura, que se beneficiarían por precios más bajos a la hora de adquirir insumos del extranjero, como los fertilizantes, que podría abaratar los bienes agrícolas y aliviar la presión al alza del índice de precios vía alimentos”.
Sin embargo, dijo Botello, la caída del dólar de igual forma golpea en parte al sector exportador y parte del empleo del país, pues representa menos ingresos a las compañías exportadoras, al igual que golpea a los colombianos que reciben remesas del exterior, ya que por cada dólar que les envían recibirán menos pesos y podría afectar sus decisiones de consumo, y en las empresas, por ejemplo, modificar decisiones de empleo.
Botello recordó que, “en el caso de las exportaciones de carbón o cualquier recurso o producto, podrían afectar las rentabilidades de las empresas, ya que, si se mantienen los precios de venta constantes en el extranjero, la cantidad de pesos que reciben al cambio de los dólares de la venta es menor”.
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Jhon Jairo Fonseca, presidente de Asocambios en Cúcuta, dijo que el movimiento de la divisa en la ciudad ha bajado, pero que es una tendencia que viene desde hace varios meses y no solo por la baja que ha tenido el precio de dólar. Explicó que desde que se abrió la frontera, el venezolano, principal cliente del mercado de divisas, ha tenido menos necesidad de abastecerse del mercado local y por ende las transacciones han mermado.
Sobre si el cucuteño está aprovechando el momento para adquirir dólares para ahorro o viajes, Fonseca aseguró que no se ha visto ese aumento y que por el contrario hay cautela, quizás por el momento que vive el país.
La tendencia a la baja seguirá
Para el director de investigaciones de Corficolombiana ve un dólar más a la baja, pero todavía toca solventar partes incertidumbre que estuvo generando la devaluación.
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Por su parte el economista de Scotiabank Colpatria “la tendencia de la moneda colombiana es difícil de anticipar, se tiene una tasa de cambio flexible que se ve afectada por varios fundamentos; por ejemplo, si los bancos centrales de los Estados Unidos o Europa suben o bajan sus tasas de interés, si se disminuye o aumenta la posibilidad de que las reglas de juego cambien o de si los importadores efectivamente comienzan o no a importar”.
Sin embargo, dijo el experto, “lo que se observa es que, ya que esos efectos, que han hecho que se subiera la tasa de cambio, están disminuyendo, se podrían prever unos niveles como los que se están viendo en este momento, sabiendo que la incertidumbre aún es muy alta”.
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