Oficialmente el costo de vida o inflación durante 2021 fue del 5,62%, según los datos que publicó anoche el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), no obstante, la percepción de los hogares es que este aumento fue mayor, no se detuvo con el inicio del nuevo año y la tendencia es que podría ser superior en las próximos meses.
El indicador fue mayor al esperado por los analistas del mercado, quienes en la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco de la República apostaron por un 5,33%. También fue significativamente mayor al 1,61% registrado para todo el 2020, año en el que inició la pandemia.
Prueba de que no solo se trata de una percepción, sino de un efecto real que va justo a las finanzas o bolsillos de las familias se pueden extraer de las cifras que constantemente divulga la entidad oficial, y según las cuales productos básicos de la canasta familiar como la papa aumentaron de precio un 125%.
Para Ramón Javier Mesa, profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Antioquia, independiente del resultado de la inflación en 2021, es evidente que hay una espiral alcista de precios, como resultado, especialmente, de los efectos del aumento en el precio del dólar que afecta directamente el precio de los insumos, así como del incremento del 10,07% en la remuneración mínima que afecta los costos salariales e impulsa la informalidad.
Entretanto, en las cuentas del Dane, durante el año pasado los grupos de gasto que observaron un incremento mayor al promedio fueron alimentos y bebidas no alcohólicas (17,23%), presionado por los mayores precios de papa, carne de res, carne de aves y aceites; y el grupo de restaurantes y hoteles (8,83%).
En contraste, las variaciones negativas se apreciaron en información y comunicaciones (-12,10%), lo que según el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, obedeció a la llegada de un nuevo operador de telecomunicaciones. También estuvieron a la baja los precios de las prendas de vestir y calzado (-2,60%), comportamiento que se atribuyó a la realización de los días sin IVA y a los descuentos adicionales que otorgaron los comerciantes durante el fin de año.
Cúcuta, no mejora
Las ciudades en las que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue más alto figuran Santa Marta (8,99%), seguido de Cúcuta (8,69%) y Popayán (8,42%). Por su parte, las capitales con menor variación de precios fueron Bogotá (4,62%), Tunja (5,09%) y Medellín (5,34%).
Despegue de año
En línea con lo planteado por Mesa, frente a la presión que el alza del mínimo ejerce sobre el costo de vida, analistas de Scotiabank Colpatria señalaron que la decisión acordada en diciembre para que mínimo fuera de un millón de pesos puede ser un alivio para los trabajadores formales, dado que el ajuste superó el incremento de precios del 5,62%.
Sin embargo, anotaron que los consumidores pueden seguir sintiendo alzas en precios clave y se recomienda en este enero hacer presupuestos incorporando estos ajustes para que el sueldo alcance.
Añadieron que el incremento del mínimo afectaría el precio de servicios como por ejemplo los restaurantes, en los cuales la atención por parte de personas es fundamental para el negocio y para la generación de puestos de trabajo. A esto se le suma que desde enero el impuesto al consumo en los restaurantes volvió a regir, y otros precios como los arriendos se ajustan de acuerdo con la inflación.
Adicionalmente, las asambleas de los conjuntos de propiedad horizontal pueden proponer alzas superiores a las de los años pasados y en este sentido, los consumidores deben ser cuidadosos en sus planes de gastos debido a la cascada de incrementos.
Los hitos de 2021
En marzo la inflación sorprendió al alza, pues se generaron aumentos en la división de alojamiento y servicios públicos, por el aumento de los cánones de arrendamiento y de los servicios públicos como la electricidad y el acueducto.
En abril el IPC aumentó por causa de alimentos y bebidas no alcohólicas que estuvieron impulsados por los incrementos en la carne de res y la papa. En mayo hubo desabastecimiento de algunos bienes a causa de los bloqueos viales por el paro, y en septiembre el alojamiento y los servicios volvieron a presionar el indicador y en octubre y noviembre las lluvias afectaron algunos cultivos y la producción lechera.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion