Dos ingenieras colombianas, una oriunda de Cúcuta y otra de Boyacá, cuyo trabajo se desarrolla bajo tierra, se han convertido en un ejemplo palpable de apoyo, superación e increíble habilidad para desarrollar labores de minería en circunstancias que alguna vez fueron exclusivas para los hombres.
Gilma Vivares y Yolima Vargas nos muestran a través de su experiencia de vida, la importancia de apoyar y mejorar las oportunidades de educación y capacitación para las mujeres. Estas dos líderes que trabajan a la cabeza de equipos en minas de oro en Segovia, Antioquia, hacen parte de ese 8,8% de trabajadoras en Colombia en el sector minería.
Rompiendo tabúes en la minería
Gilma Vivares, una joven de 26 años, oriunda de Cúcuta, que hace parte de las profesionales que escogieron carreras que rompen con tabúes, como la ingeniería de minas.
Antes de empezar sus estudios superiores, Gilma no sabía que existía esta carrera, hasta que un día acompañó a una amiga que la estaba estudiando y ahí fue cuando se dejó seducir por la minería, sin sospechar que ese camino la llevaría a ocupar un cargo de mando en una de las minas más grandes de Colombia.
Esta ingeniera de minas, quien trabajó como manicurista para pagar sus estudios, comenzó siendo aprendiz hace tres años en la mina, hasta lograr escalar a profesional de entrenamiento. Hoy en día, y gracias a su perseverancia y dedicación es la jefe que toma decisiones y lidera a más de 60 trabajadores en cada turno.
Durante su jornada, además de liderar el grupo y tomar decisiones acerca de la perforación, debe monitorear los tiempos y ciclos de todo el proceso que implica la extracción del oro, un rubro que para el 2024 podría representarle a Colombia 5.000 millones de dólares en inversiones, y cerca de 7 mil empleos.
Aunque a esta ingeniera de minas, su trabajo le genera algunos sacrificios como sus desplazamientos del trabajo a la casa y solo poder reunirse con su novio cada 20 días, le quedan metas por cumplir. Quiere llegar al cargo máximo en una mina.
Actualmente, muchas mujeres trabajan en la operación de minería subterránea de Gran Colombia Gold con la responsabilidad de conducir maquinaria pesada como el Jumbo, un moderno vehículo de perforación hidro hidráulico; la Scoop con la que acarrean el mineral dentro mina y la Dumper, una volqueta a gran escala en la que se transporta el material de la mina.
Además, las encontramos desempeñándose en las áreas de geomecánica, planeación, ingeniería química e industrial y capacitación de mecanizados. “Vamos demostrando que también podemos”, asegura la cucuteña.
Enseñar a través del ejemplo
Otro ejemplo de liderazgo es Yolima Vargas, también ingeniera de minas y quien reconoce, que, aunque el porcentaje de mujeres en el mundo minero sigue siendo bajo, su incursión ha permitido que haya más organización, “porque somos puntuales, dedicadas, actualmente nos hemos involucrado en el campo de la operación y en las jefaturas. Hemos aprendido a ser solidarias, enseñamos a través del ejemplo, y cada día nos cruzamos con más mujeres desempeñando diferentes labores dentro de las minas”.
De acuerdo con esta joven ingeniera de minas de 28 años, oriunda de Aquitania Boyacá, pero con marcado acento paisa, para desempeñarse en el mundo minero, encontró una empresa que le dio la oportunidad de estudiar e ir escalando desde de auxiliar de Mecanizados a ser la Coordinadora de Formación de Equipo Mecanizado. Ha formado a cerca de 205 operadores mecanizados, entre quienes se encuentran mujeres cabeza de hogar y jóvenes entre 18 y 30 años.
Yolima, quien para poder estudiar y ayudar a su familia compuesta por su madre y tres hermanos, aprovechaba cada oportunidad de trabajo: entregó correo, limpió mesas en un billar, vendió en un carrito de comidas, fue mesera y bartender. Ahora, seguirá con sus proyectos de estudiar inglés, su maestría en ingeniería mecánica y emprender su escuela de formación, además de trabajar en minería avanzada como las que hay en Alemania, México y Perú.
La minería hará parte de la reactivación sostenible en Colombia
Acorde con la incursión de la mujer en la industria minera, el Gobierno nacional está creando políticas de equidad de género con base en iniciativas internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Pacto Global de las Naciones Unidas, que dieron origen a los lineamientos de género para el sector minero-energético, publicados en marzo de 2020.
Al respecto, durante la presentación de los diez hitos del sector minero-energético en 2021, el ministro de Minas y Energía Diego Mesa, aseguró que uno de los retos más importantes será proteger unos 350.000 empleos que genera este sector. Este año, se impulsará la reactivación sostenible de Colombia, que se traducirá en equidad, desarrollo y nuevas oportunidades para el país y sus regiones.
Según el Ministerio de Minas y Energía se trabajará, para que a finales del 2022 al menos el 15% de las empresas estén certificadas en igualdad de género, el 10% tenga un presupuesto para acciones dirigidas a este tema, y mínimo el 15% de las compañías se haya adherido al Sello Equipares, un programa de certificación encaminado a reconocer a las empresas que implementen de manera efectiva el Sistema de Gestión de Igualdad de Género.
La empresa líder de emprendimientos femeninos
Segovia y Remedios son dos poblaciones que se destacan por tener las minas con mayor producción de oro y plata. Desde el 2010, la empresa Gran Colombia Gold es el mayor productor de estos metales preciosos en Colombia, en donde las mujeres han tenido la oportunidad de desempeñarse en los diferentes cargos de la explotación minera a través de la iniciativa Mujeres Líderes emprendedoras.
La compañía lidera un programa social para niñas y mujeres chatarreras de esta región minera, capacitaciones en joyería y en diferentes temas, como la confección de tapabocas, 300 mil de los cuales fueron repartidos, durante el aislamiento por la pandemia, en el nordeste antioqueño. Además se tiene una programa de becas en el I.E Gimnasio La Salada para promover el acceso a la educación primaria y secundaria de la población infantil de la región.
Sin importar las condiciones, las mujeres mineras han demostrado que con su carácter, perseverancia y disciplina se puede tener oportunidad laboral en cualquier sector de la economía.