Aseguró que el problema más grande tiene que ver con el acceso a la evidencia, ya que “por miedo la gente no colabora mucho con la información. Cuando vamos a las inspecciones, la gente no quiere hablar. Hay mucho temor en la ciudadanía”, dijo.
“Mientras no tengamos esa colaboración de la comunidad va a ser muy difícil”, sostuvo el vocero de Asonal, y añadió que “si tenemos pruebas testimoniales, si la gente colabora con videos o con información, incluso de la misma víctima, podemos avanzar más rápido. Pero muchas veces los parientes de la víctima quedan aterrados y no aportan mayores elementos”.
Lea más: RR, capturado por el asesinato en el motel, en Villa del Rosario
Indicó que los casos con avances más significativos son las flagrancias, es decir, aquellos en los que las personas son capturadas cometiendo el delito. “Esas son las condenas más rápidas, pero en el caso de los homicidios difícilmente ha sido así”, apuntó el agremiado judicial.
La frontera no ayuda
Ser territorio de frontera es otro factor en contra, pues “Venezuela es el lugar al que huyen los delincuentes después de cometer los crímenes”, afirmó la fuente, quien señaló como agravante que “no hay una colaboración efectiva en materia de justicia por parte de las autoridades del vecino país”.
Esto, a pesar de que en múltiples ocasiones se ha hablado en reuniones binacionales entre los gobiernos de Táchira y Norte de Santander de trabajar en un mecanismo de intercambio de bases de datos que permita una persecución conjunta del crimen. Sin embargo, la iniciativa ha quedado solo en palabras, sin avanzar en acciones concretas.
Delitos de mayor impacto
De acuerdo con el oficial de justicia, en la seccional de Norte de Santander se registran los diferentes delitos, aunque el de mayor ocurrencia es el hurto, el cual genera mayor congestión.
Lea también: Un hombre fue sorprendido con una pistola en Ocaña: lo capturaron
El microtráfico también registra bastante ingreso, así como la violencia intrafamiliar, especialmente disparada -dice la fuente- además de los casos por lesiones personales, accidentes de tránsito y de inasistencia alimentaria, derivada de los problemas de desempleo que enfrenta la ciudad, “todos estos delitos impactan de manera importante el sistema”.
Recorte presupuestal
Como si no fuera suficiente el caos que enfrenta el sistema judicial, se espera para el próximo año un recorte presupuestal de al menos 74.000 millones de pesos, el cual promete agudizar aún más la situación.
“Teníamos la expectativa de ampliar la planta de personal para el próximo año, pero ese recorte va a suponer un impacto significativo en todo el sistema. Así que, lejos de mejorar, vamos a tener muchas dificultades a todo nivel”, anticipó el funcionario judicial.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.