Una leyenda del fútbol colombiano, Carlos 'Pibe' Valderrama, lo convocó para la primera y única Copa América de Pueblos Indígenas disputada en Chile en 2015. Seis años después, Luis Díaz avanza en la Copa América-2021 de Brasil como figura de la selección cafetera.
En los 90 minutos que precedieron a la victoria colombiana ante Uruguay por penales 4-2 la noche del sábado, Díaz fue la pieza fundamental del rompecabezas del técnico Reinaldo Rueda para conseguir el pase a semifinales.
Sin Juan Guillermo Cuadrado, suspendido, ni Mateus Uribe, lesionado, el despoblado mediocampo se temía como una potencial debilidad en el equipo colombiano.
Pero Díaz, de 24 años, cobró protagonismo en la zona central y le dio a Colombia la agilidad y el regate necesarios para complicar a la reputada defensa charrúa. Fue incontenible con sus escapadas y cruzó diagonales peligrosas, aunque el esfuerzo no se reflejó en el marcador.
El encuentro terminó empatado en cero y el drama de los penales convirtió al portero David Ospina en el héroe de la noche en Brasilia, con dos atajadas clave, a Josema Giménez y Matías Viña.
Antes de ese desenlace, Díaz reclamó el título de figura en la tricolor al confirmar que lo hecho ante Brasil no fue casualidad. Entonces, se presentó ante Sudamérica con el que puede terminar siendo el mejor gol de la edición 47 del torneo de selecciones más antiguo del mundo, y nada menos que los anfitriones: tomó la pelota con una soberbia tijera que el arquero Weverton solo pudo ver pasar a la red.
Hasta el choque contra el pentacampeón mundial, su primera vez en cancha desde el inicio en la Copa América, había sumado apenas 28 minutos de juego en tres encuentros.
Un 'pelao' que "va pa'lante"
La selección colombiana que disputa esta Copa América lleva menos de un semestre bajo la orden de Rueda. Una transición más que veloz desde el alejamiento del técnico portugués Carlos Queiroz.
En el nuevo proceso, Rueda prescindió de referentes como Radamel Falcao García y James Rodríguez.
Sin esos ídolos, parte transversal de la generación de Colombia que de la mano del argentino José Pekerman fue a los mundiales de Brasil-2014 y de Rusia-2018, Díaz emergió en Brasil-2021 como una figura de recambio para un equipo en busca de líderes frescos.
El tiempo convalidó la elección de Valderrama, que tuvo en 2015 la misma precisión de los pases que solía dar para escoger a Díaz entre los 23 jóvenes que obtuvieron el subcampeonato en la primera y única versión de la Copa América de pueblos ancestrales.
Nacido en el municipio de Barrancas, en la comunidad Wayuu del departamento desértico de La Guajira, fronterizo con Venezuela, Díaz se destacó desde el inicio como un extremo veloz y habilidoso.
"Los jugadores cuando están 'pelaos' (jóvenes) muestran enseguida de qué y para qué están hechos. Ese 'pelao' desde pequeño mostró. A mí de entrada me sorprendió cuando lo tuve en el proceso de elección de la selección indígena. Dije, 'este va pa'lante', y de una lo metimos", dijo el 'Pibe' al diario colombiano El Heraldo en 2017.
Para la época, Díaz era jugador del Junior de Barranquilla y empezaba a mostrar el talento que lo llevó en julio de 2019 al Oporto, el mismo equipo donde otros colombianos despegaron como figuras mundiales.
Allí, Díaz puso su toque distintivo: anotó en sus dos primeros partidos en la Liga de Campeones ante el Manchester City y el Marsella.
"Míralo cómo enfrenta, la rapidez que tiene, es habilidoso y trabaja para el equipo, eso es muy bueno en el fútbol moderno", agregó Valderrama en aquella entrevista que no pierde actualidad.
La diferencia entre el Díaz que jugó en la selección nacional indígena con 18 años y el actual son las características defensivas afianzadas en el Oporto, según contó recientemente ante la prensa.
Este jugador más completo, trabajador de ida y vuelta, conectado en el juego colectivo, tomó la oportunidad en esta Copa América y la aprovechó. Porque, como dijo hace un tiempo su descubridor, "tiene talento, así de sencillo".