Fundado el 20 de agosto de 1995, los primeros habitantes de La Concordia hicieron parte de un proyecto urbanístico de la firma Construcciones Furdu Limitada, aunque las etapas que vinieron después surgieron por propia iniciativa comunal.
Actualmente lo conforman 1.050 familias, 4.500 habitantes, repartidos en La Concordia, Villa Juliana, Villa Sofía y Concordia Suite, el sector más nuevo, con un total de 897 viviendas.
Villa Sofía, en especial, fue una propuesta nacida desde la Junta de Acción Comunal (JAC), en cabeza del señor Argemiro Ortega Silva, presidente de JAC, quien ha ocupado el cargo durante diversos periodos.
Según cuenta, la idea surgió con el fin de dar por terminadas las invasiones a dichos terrenos. Para ello, empezaron el proceso con el dueño de los predios e hicieron los trámites necesarios.
Pocos atractivos
En 1998, fue creado el parque principal del barrio y a su costado se construyó una cancha, pero, aunque fue creado como un lugar de recreación para los habitantes, con el pasar del tiempo se ha convertido en un peligro por su deterioro.
Los habitantes han solicitado a la administración que los ayude con materiales para su mejora y mantenimiento, pero expresan que los siguen haciendo a un lado.
Solo dos parques biosaludables, gestionados con apoyo de la administración del exalcalde César Rojas, son los únicos lugares que consideran aptos para la recreación de niños y jóvenes.
Capilla, en espera de legalización
Hace 20 años, los habitantes construyeron con fondos propios la capilla Nuestra Señora del Carmen. Actualmente, el párroco y otros ciudadanos desean iniciar el proceso para convertirla en iglesia, pero el predio no está legalizado.
“Solicitamos al alcalde (Jairo Yáñez) y al departamento de Planeación Municipal que hicieran el proceso necesario, pero hasta el momento no se han pronunciado”, afirmó Ortega. Una vez La Opinión notificó, Planeación Municipal inició la revisión del caso y transfirió la solicitud a la subdirección encargada.
Necesidades
“No es posible que a nosotros nos haya tenido en el olvido todo este tiempo, con una serie de problemas que no nos atienden, pero sí nos están subiendo de estrato dos a tres, a pesar de que en el barrio viven personas de escasos recursos, desplazadas, migrantes y demás”, afirmó el presidente de la JAC.
Algunas calles se encuentran en un deterioro que ha prendido las alarmas, porque desde que se fundó el barrio, dicen no recibir ayudas para mejorarlas.
La vía principal que conecta a La Concordia con el barrio Aeropuerto está destruida en su totalidad, con huecos profundos que imposibilitan el paso de vehículos y motos; ha llegado a tal punto que la maleza la comienza a cubrir.
En uno de los sectores más nuevos, Villa Sofía, no existe alcantarillado, y aunque han presentado su solicitud a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EIS), Secretaría de Infraestructura, de Planeación y Alcaldía, aún estos despachos no se pronuncian.
Ortega agregó que incluso les han propuesto en las solicitudes que se les colabore con una parte del costo y entre los vecinos aportan el restante.
Otra solicitud es la de un lugar adecuado para reunirse, en el que los jóvenes puedan desarrollar obras, bailes y demás.
Dificultades para desplazarse
Para el gran número de habitantes, La Concordia solo cuenta con una ruta de transporte público colectivo, pero es de poca frecuencia el servicio en el sector. Algunos habitantes afirmaron que demoran hasta una hora esperando la buseta.
El presidente de la JAC hizo una solicitud al Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) para que les aprobaran nuevas rutas hacia el centro de la ciudad y otra para Guaimaral, pero a pesar de ir hasta las oficinas, las propuestas no fueron atendidas.
Despojados de la alegría
“Hacíamos muchas actividades antes de la época paramilitar, como reinados, campeonatos y festejos, pero en el 2007 mataron al presidente de ese entonces y a su esposa, lo que acabó con nuestra unión como comunidad”, recalcó el líder comunal.
Desde ese momento, los ciudadanos viven con temor y todas esas tradiciones fueron dejadas a un lado. Ni siquiera se atrevían a salir a participar en las elecciones de Junta.
En alerta
De acuerdo con Ortega, alrededor del barrio se presentan ollas de microtráfico, lo que los afecta al querer intervenir en la comunidad.
“No nos han dejado, por eso recibí amenazas el 24 de febrero, con unos disparos que hicieron en la casa que habitaba antes, esa misma noche recibí amenazas telefónicas”, relató el líder.
El 17 de marzo también recibí llamadas de personas que “desean imponer celaduría en el barrio, para que no interviniera con quejas, pero son vigilancias irregulares y se desconoce quién las maneja, por eso no lo hemos permitido”.
Además, dijo que las denuncias ya están en la Sijin, la Fiscalía y la Unidad Nacional de Protección, donde lo asesoraron en algunas precauciones y medidas a tomar.
“Es lo que nos pasa a nosotros los líderes por enfrentar estas problemáticas. Si las autoridades cumplieran con su labor, esto no se presentaría”, afirmó Ortega.
Promesas
El alcalde, Jairo Yáñez, prometió que en el separador principal del barrio les haría un malecón. Por el momento envió a una ingeniera para mirar el terreno y hacer los diseños.
“Quiero recordar al alcalde el compromiso que hizo para su construcción como regalo del cumpleaños 26 del barrio”, mencionó Ortega.
También, recalcó que con el malecón se les facilitaría incentivar a los ciudadanos para que vuelvan a tener la misma unión que en años pasados.
Reactivación para emprendedores
Con el objetivo de ayudar en la reactivación económica de La Concordia, el Banco del Progreso está implementando capacitaciones para los emprendedores del barrio, con incentivos o posibilidades de acceder a financiación para sus negocios.
Mayerly Gómez Carvajal | Practicante de Periodismo