La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Y nosotros ¿por qué marchábamos?
El cambio climático por el que nos advierten Maslin y Al Gore, debe proponer y contener una salida a la crisis del estado moderno.
Authored by
Miércoles, 22 de Enero de 2020

Se reanudaron las marchas de estudiantes, maestros, sindicatos, encapuchados y movimientos sociales de todos los colores en todo el país, con ley seca y otras hierbas. Sí, como en los viejos tiempos. Una ola de miedo y temor existencial 

En 1968 luego de una marcha caí preso y me procesaron por un delito que hoy no existe: “Asonada y tumulto”, luego de una marcha estudiantil en Manizales. Las marchas siempre coinciden con una nueva cultura. ¿o sub cultura? 

Nosotros marchábamos por causal locales contra el autoritarismo del Frente Nacional, contra la exclusión política que impuso el bipartidismo, contra el confesionalismo en todos los niveles de la educación, contra el costumbrismo pacato y por las influencias del inconformismo juvenil europeo y norteamericano contra la sociedad de consumo, el capitalismo, el imperialismo, el autoritarismo y con la solidaridad de los grupos obreros independientes y los sindicatos, el partido comunista y los movimientos revolucionarios. 

La marejada que se vino de Nanterre en París, que cundió por Alemania, por Suiza, por Checoslovaquia, por Yugoslavia, por España, Méjico, Argentina, Uruguay, el movimiento hippie norteamericano, paso por aquí como una brizna, un vendaval que duró poco y asustó mucho al mundo. Fue una insatisfacción por el poder en abstracto en todas sus formas. París estornudó y toda Europa se resfrió. 

Pero en el fondo siempre hubo miedo y temores existenciales. Así asustados ¿valía la pena vivir? Detrás del entramado por luchar contra el poder, que motivaban las marchas, se daba ese temor planetario por el desastre nuclear de las potencias que emulaban con la muerte. Que miraban hacia atrás a Hiroshima y Nagasaki.

Hoy la juventud y los inconformes marchan por otras causas. También con un telón de fondo existencial, se trata de otra generación del miedo. Sí, el miedo vuelve a estar ahí. Ya no se trata de la bomba atómica, ahora se trata de la agonía del planeta. La agonía de la vida en el planeta. 

El cambio climático por el que nos advierten Maslin y Al Gore, debe proponer y contener una salida a la crisis del estado moderno, pues todos los elementos del mismo hacen agua y llamas, tormentas y huracanes. Australia se quemó casi toda y mil millones de animales.  Todos tenemos miedo pues la destrucción parece inevitable, y ya es normal negarse a procrear, los jóvenes solo se aparean llenos de temor por el futuro. ¿La humanidad tendrá futuro? Este es el otro telón de fondo existencial de nuestros muchachos. 

Adenda. Tal parece que Jairo va bien, “con despacio “como dicen los paisas, o al ritmo gramalotero: “Voy despacio porque tengo afán”. 

 

Temas del Día