El pasado 30 de julio, se llevó a cabo en Venezuela, la más descomunal farsa de su historia.
La fraudulenta elección de una Asamblea Constituyente, contra la voluntad de una inmensa mayoría de los venezolanos, que 15 días antes, en un referéndum impulsado por la oposición, contra la elección impositiva, se había pronunciado en contra con una votación de más de 7.500.000 sufragantes que le exigían al Gobierno, la no realización de la misma .
Esta elección, fue considerada, en el ámbito internacional, como una vergonzosa y grotesca farsa. Nadie ha creído en los más de 8.000.000 de votos que Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, afirma haber sido recaudados en esa jornada electoral.
No solo los centros de votación se observaban ausentes de sufragantes sino que la propia empresa SMARTMATIC, encargada del registro puntual del sistema de votación, estimo que la información dada por el Gobierno, no correspondía a la realidad ,pues, por lo menos,, en más de 1.000.0000 de votos, las cifras fueron infladas o adulteradas.
Tanto la mayoría de los venezolanos, como de la comunidad internacional, repudiaron abiertamente el fraude. Además de Estados Unidos y España, 9 países de la región, encabezados por Colombia, desconocieron los resultados de la Constituyente.
El expresidente Español Felipe González, reconocido socialista y amigo de Chávez, se fue lanza en ristre contra Maduro, de quien dijo había traicionado el ideario chavista, atentando impunemente contra su Constitución..
¿Qué viene, luego, de tamaño raponazo contra la democracia? Pues lo que normalmente ocurre en una dictadura: más represión, más violencia, más hechos de sangre, incluidas las más de 126 muertes violentas que ha ocasionado el nefasto régimen madurista.
Quienes hemos estado atentos al derrotero histórico de Venezuela, no nos sentimos sorprendidos por la manera como sus Fuerzas Armadas, no solo toleran las acciones represivas, sino que las fomentan y estimulan.
Un ejército que, en vez de defender al pueblo de los desmanes y atropellos del Gobierno, arremete contra los ciudadanos indefensos , por el solo hecho de protestar en la calle, por la libertad de los presos políticos , el respeto por los derechos humanos , fijación de fecha para la realización de un referéndum que ordene la revocatoria del mandato presidencial y la elección de Alcaldes y Gobernadores, que se han venido aplazando de manera arbitraria .
Al terminar de escribir estas líneas, nos enteramos que la fraudulenta Asamblea Constituyente, recientemente elegida, contra viento y marea se había posesionado, no en la sede del salón elíptico del Congreso Nacional, como lo señala la respectiva norma constitucional, sino en un salón correspondiente al Poder Ejecutivo, utilizado como museo para la exposición de estatuas, bustos y pinturas , alegóricas a los héroes de la República
No se atrevieron a invadir el recinto del Congreso, como lo habían anunciado, lo cual es supremamente significativo. Probablemente, el temor a una reacción en masa del pueblo en su contra, los hizo desistir del intento.