En la literatura universal el libro del inglés AldousHuxley “Un mundo Feliz” ha tenido desde que fue escrita en 1932 una especial importancia por su mensaje, por lo que alcanzó a predecir en ese momento de un mal uso de la tecnología, en la que un profesor le muestra a sus estudiantes sobre lo que podría ser a futuro el no uso adecuado de la tecnología, la hipnopedia, osea el aprendizaje a través del sueño, el manejo de las emociones por drogas, y así lograr que el mundo se convierta en una utopía en la que la humanidad es ordenada en castas y cada cual aceptaría un lugar desde el que podría vivir en armonía. Desde luego que se trata de una novela de ficción. Ese fue el mensaje del escritor hace ya casi cerca de 100 años. Situándonos en la realidad, cruel y violenta del mundo de hoy, al ver cómo estamos utilizando la utilizando la tecnología al provocar ataques activando beepers como acaba de suceder en Gaza, que provocó la muerte y heridas de varias personas, constatamos que día a día la humanidad está más cerca de la crueldad que de la felicidad.
Se va a completar un año desde el inicio el 7 de octubre del año pasado de la guerra de Gaza – aún recuerdo aquellas imágenes de una pareja de jóvenes colombianos que se encontraban cerca de la frontera en un festival y murieron -, y a pesar, si cabe la expresión, de los esfuerzos diplomáticos, de las valerosas manifestaciones y protestas en varias partes del mundo, un año después, la predicción de Huxley sobre el mal manejo de la tecnología adquiere plena vigencia; la guerra en Gaza está más lejos de intensificarse que de lograrse la paz. En la novela se habla mucho de la distopía, que es lo que está ocurriendo, una sociedad con características negativas que llega a ese nivel, por conductas alienantes, entre ellas, esa cultura permanente de creer e idolatrar el bienestar, como lo escribía recientemente Juan Esteban Constain en su reciente columna.
El mundo está atravesado por guerras: la invasión a Ucrania va a completar cerca de tres años, y sobre ella, hay quienes incluso llegan a considerar que ante el fracaso de Putin, podría llegar incluso a utilizar algún tipo de armas nucleares. Se habla que hasta podría atacar a otros países de la Otan para escalar más el conflicto. Es decir, esa confrontación, más que llegar a un nivel de desescalamiento, se profundiza. Y hoy en el mundo existen más enfrentamientos: el que ha propiciado Maduro casi dos meses después del desconocimiento de un resultado electoral que no le favorece. La persecución, desapariciones y censura han prevalecido en los últimos días. ¿Qué efecto podría llegar a tener el reconocimiento del Parlamento europeo de que quien ganó la las elecciones fue Edmundo González?Está bien que el parlamento lo haya hecho, pero en esa geoestrategia política, con países que apoyan a Maduro como Irán, Rusia y China, el tema no va a ser fácil.
Tenemos conflictos más cerca. El paso de gente desesperada por la selva del Darién, además del tiempo que lleva, de las dificultades que conlleva esa travesía que en muchas ocasiones se paga con la vida, sigue siendo un drama humano. Otra guerra, nuestro propio conflicto nos sigue mostrando ese mundo distópico del que hablaba el escritor inglés que hemos construido, 100 años después, cada más lejos a ese mundo feliz, y lo que hacemos es construirsociedades en conflicto. El ataque el ELN en Arauca, y peor aún, la manera posterior como trató de legitimarlo es otra muestra de ello. Muchas más expresiones desafortunadas, hechos aislados, como el brutal ataque sicarial de hace ocho días aquí en Cúcuta. ¿Cual mundo feliz, como lo predijo hace 100 años el escritor británico?
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion