¿Gustavo Petro dijo algo rescatable ante la Asamblea de Naciones Unidas en 2025? La pregunta es retórica pues su discurso, como todas sus intervenciones públicas, son una sarta de lugares comunes del discurso socialista, mezclado con mentiras y negaciones antievidentes, culminando en frases grandilocuentes que él está seguro impactaran a los que lo oyen, que cada vez son más pocos, defendiendo causas como la Palestina y la defensa del Cartel de los Soles para parecer un líder global. Megalomanía pura.
Su ataque al "imperialismo yanqui" es algo que ya solo provoca lástima. Tras siglo y medio de la aplicación fracasada de la dictadura proletaria, todavía personajes jurásicos usan un discurso gastado. Sus bravuconadas al estilo Maduro-Diosdado dejan en evidencia una mentalidad anquilosada y radical. Mentir abiertamente en las cifras de su lucha contra el narcotráfico, es una táctica común de la izquierda Goebbeliana, porque de la mentira algo queda, pero en el caso de Petro el asunto parece más grave, se está alejando de la realidad adquiriendo una personalidad esquizoide.
Transformar victimarios en victimas es un viejo comportamiento de radicales. Ejemplos al tablero: destruir embarcaciones de los narcos es un crimen contra muchachos pobres; Maduro no dirige un Cartel sino una "nación soberana", así sea un usurpador de la voluntad popular venezolana; los terroristas de Hamas en Gaza son los verdaderos representantes de Palestina; e Israel está cometiendo un genocidio contra los gazatíes basados en los datos que da Hamas que ha hecho terrorismo poniendo de escudo a los civiles. Cuando el plan de Trump para Gaza ha tenido algunos avances, Petro se adjudica que su presión impulsó a Trump a ese cambio y si no estuvo en la firma de los acuerdos en Egipto es porque Trump no lo permitió, pero el mundo sabe que Petro fue el gran responsable. Megalomanía esquizoide en acción.
Frases inocuas como crear un ejército internacional para proteger Gaza o enjuiciar a Trump por los "asesinatos" de los jóvenes que iban en embarcaciones narco que no aceptaron la orden de paro, son solo frases efectistas para la galería mamerta y material para las bodegas. Petro se cree su discurso y como no tiene quien lo contenga, se imagina al mundo siguiéndolo y profundiza su huida de la realidad.
Lo que sí es importante es lo que esconde este discurso, que es de lo que hay que opinar, pues lo que dice es usualmente absurdo. La estrategia más obvia es desmentir que sus claros y antiguos lazos con los narcos y el terrorismo nacional e internacional son ineludibles y quedaran totalmente visibles cuando caiga el regimen venezolano. En ese momento, cuando se prenda el ventilador y sea llamado por la justicia, Petro se victimizará como opositor a Trump y mártir del imperialismo. No solo es táctica, se lo cree; megalomanía esquizofrénica en acción que ya está poniendo a Colombia en serios problemas. Como no tenemos mecanismos de control ante funcionarios que tengan una condición incapacitante, el control de daños es mínimo. Nuestro débil Estado social-ista de hecho, con presidencia imperial, no tiene mecanismos de control contra un demente en el poder. Ese modelo 91 está muy mal.
A medida que sufre golpes internos en el Congreso, el sector judicial y algunos entes de control, la presión internacional crece y Estados Unidos lo declara objetivo criminal, la megalomanía esquizofrénica se desbordará y el emperador mental se disociará más de la realidad física y legal. El síndrome de Calígula se profundizará y sus discursos serán cada vez más incoherentes y radicales, dejando al gobierno acéfalo de director y al Estado desgastado en sus acciones oníricas. Lo más grave es que estará pasando al interior del gobierno, lleno de incompetentes mediocres pero sin agallas, como Benedetti y Montealegre, que no se pararan para aprovechar ese vacío de poder para sus intereses, como ya estamos viendo en las luchas internas de poder.
Agárrense, que lo que viene es guayacán.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion .
