El periodista Casto Ocando en su canal de youtube habló de “los alacranes”, nombre muy bien dado a personajes como Enrique Capriles, hoy defensor de Maduro, Manuel Rosales y otros de la vieja política que tildan a María Corina Machado de extremista y están pidiendo que se les considere en la transición, ignorando las elecciones pasadas y buscando nuevas elecciones, en las que, según ellos, podría caber un chavismo moderado. Claro, ellos no participaron de las elecciones donde ganó Edmundo convencidos que el chavismo iba a ganar, perdiendo las relaciones que tienen con la dictadura y por eso piden que se les tenga en cuenta en el próximo gobierno; no pueden vivir sin la teta del estado. Afortunadamente Ocando menciona también que Marco Rubio los tiene bien calibrados y no les va a caminar.
Ellos son la forma de hacer política que llevó a Chávez al poder y los que le dieron gobernabilidad. Son bastante incisivos, pues después de una generación de dictadura, son los mismos con las mismas. Acabar con el socialismo del siglo XXI dejando estos personajes involucrados en el poder, solo es esperar el regreso de la parca.
Venezuela tras la dictadura chavista debe hacer un nuevo país, eliminando todas las restricciones a la democracia, la libertad y el libre mercado que tienen nuestros estados para convertirlos en botín de guerra. Venezuela es el mejor ejemplo de un estado basado en subsidios y un gobierno grande y todopoderoso. Maduro se debe ir y con él toda la vieja y sucia política que llevó a Venezuela a la hecatombe.
Nosotros los colombianos somos la imagen en el espejo de la fea política que condujo a la narcodictadura y también tenemos nuestros Capriles y Rosales por montones. Basta con nombrar a Juan Manuel Santos, Ernesto Samper, el mismo César Gaviria, además de parlamentarios, que, por ejemplo, todos los parlamentarios nortesantandereanos han sido gobiernistas en todos los gobiernos; ellos sí saben hacer política. O como decía uno de ellos, yo manejo mi voto como quiera.
O quitamos la miel del panal, o volverán todo tipo de “abejas” a él. Un nuevo país realmente capitalista y democrático, donde el desarrollo nos saque del subdesarrollo ideologizado que convirtió a América Latina en el continente pobre del mundo, una vez África joven inicie su ascenso. No se puede volver a la Venezuela de ayer; Colombia debe aprender del caso venezolano. Hoy estamos buscando de salir de las dos culebras ponzoñosas que nos gobiernan, pero si dejamos activos los alacranes, ellos harán volver las culebras.
Notícula. Recuerdo con tristeza, como cuando empezaron en Colombia las asonadas producidas por la extrema izquierda, se le solicitó al presidente Duque actuar con la fuerza del Estado contra esa amenaza, que no era ningún estallido social, sino un ataque premeditado y organizado para debilitar el gobierno. Por su debilidad centrista y tal vez empujado por Santos dio a los “muchachos” de la Primera Línea el carácter de “líderes sociales” y negoció con ellos asuntos de Estado. Eso marcó el gobierno de Duque como cuatro años perdidos por ese exburócrata internacional de centro.
Ahora vuelve otra vez y esta vez sí, el “estallido social” de la narcoguerrilla porque es a base de carros bomba y bombas en drones, que busca que uno de ellos, Iván Cepeda, continúe lo que inició Petro. Solo que en esta ocasión, las armas del Estado están semisilenciadas por que hoy manda los líderes de la Primera Línea, cara civil de las narcoguerrillas aliadas del Cartel de los Soles.
¿Qué hacer entonces? Alacranes “centristas” como Roy Barreras pedirán parar la “polarización” y hacer la Paz, el truco para la perdida de libertad en Colombia. ¿Es el momento de las fuerzas militares, infectadas de Petrosantismo? Es la gran duda, hasta donde el virus del “Chávez vive” ha penetrado las fuerzas militares colombianas.
Son momentos cruciales donde no debemos dejar que los alacranes desvíen el objetivo final.
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