Las protestas que se vienen haciendo desde el año pasado tienen dos componentes plenamente identificados: Primero, la inconformidad ciudadana por los diversos problemas que la aquejan; y, segundo, la estrategia política de opositores al actual gobierno nacional.
Por eso, el centenar de puntos que se presentó al gobierno como pliego de peticiones contiene todo tipo de reclamos, algunos razonables, otros imposibles de cumplir, y los demás, expresiones de ideologías políticas con las que se quisiera gobernar a Colombia.
Ante ese extenso catálogo con el que se busca arrinconar al actual Presidente, recojo el sentir de otros ciudadanos que están dispuestos a marchar por motivos diferentes, los que voy a tratar de resumir en esta nota:
*Protestar contra los profesores que negocian las calificaciones con el sexo de sus alumnas.
*Contra los alumnos que hacen trampa para ingresar a los establecimientos de educación
*Contra los que falsifican títulos universitarios.
*Contra los trabajadores que eluden el trabajo con incapacidades mentirosas.
*Contra los pacientes que venden las medicinas recetadas por las EPS.
*Contra los que obtienen ilegalmente pensiones de jubilación.
*Contra los taxistas que adulteran los taxímetros.
*Contra los conductores de buses que utilizan documentos adulterados.
*Contra los que usan el transporte público sin pagar.
*Contra los médicos inescrupulosos que hacen tratamientos indebidos o sin la necesaria experticia.
*Contra los que venden medicinas alteradas.
*Contra los abogados que sobornan a los jueces, o esquilman a sus clientes.
*Contra los constructores que estafan a los compradores de viviendas.
*Contra los que crean compañías para escamotear a los ahorradores.
*Contra los reducidores que compran artículos robados.
*Contra las bandas criminales que asesinan a los que los estorban.
*Contra los pirómanos que incendian los bosques.
*Contra los que destruyen los bienes de uso público.
*Contra los que hurtan en los supermercados.
*Contra los que roban niños
*Contra los que agreden a sus parejas.
*Contra los que violan a menores.
En fin, se podría seguir este interminable inventario para enumerar todo los que quisiéramos cambiar en nuestra sociedad, con el fin de alcanzar una convivencia pacífica que no depende de ningún gobierno sino del comportamiento honorable de los ciudadanos.
NOTA: El señor Petro, que es uno de los auspiciadores de las marchas violentas contra el gobierno colombiano, protesta ante este mismo gobierno por las afirmaciones del dirigente venezolano Juan Guaidó que lo vincula con el régimen chavista. ¡Esa es la democracia!
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