La columna antepasada me trajo un dolor de cabeza. Tanto tiempo metido en la academia, le lleva a uno a realizar el balance de los aciertos y desaciertos que ha realizado. Como empecé tan temprano pisando hierba en campus de Bogotá y Manizales como auxiliar de cátedra con ideas muy progresistas,imprudentemente conté que había militado en el Frente Unido del cura Camilo Torres Restrepo, siguiendo a godos progresistas como a Belisario, a J Emilio Valderrama y a Juan Manuel Ospina que hacía pinitos.
Dos o tres godos de la línea confesional de aquí se escandalizaron y por la red me enviaron coscorrones “vargaslleristas”.
Recordé que eso me costó, la salida de la UFPS comenzando los años 70s cuando la manejaban los godos que me habían ayudado a entrar.
Les había impuesto como texto de estudio a los primíparos de administración de empresas de la Calle 13 entre avenidas 5ª y 6ª el libro del momento; “El Hombre Unidimensional” de Herberth Marcuse e insinué a las librerías locales lo pidieran.
El texto contenía una crítica de la cultura occidental y sus corrientes disfrazadas de democracia que igual que hoy, que contenían realmente el utilitarismo al máximo grado ola teoría del hombre explotado por el mismo hombre.
En la UFPS había dos corrientes estudiantiles, una de ellas de mucha influencia católica y jesuítica, de la militancia del Padre Astete, que desde las ventanas del segundo piso me lanzaban aguas limpias o sucias cuando llegaba a clase y me señalaban como marxista.La otra, la de los izquierdosos, de pose y barba cubana, que ya canosos hoy sufren de pensionados en cualquier cómodo rincón del coliseo de deportes.
El Señor Rector de aquellos días, buen godo y buen amigo, presionado desde la catedral de San José me llamó y me insinuó; o cambia el texto de estudio o renuncia. Pues dándomelas de muy digno, renuncié y no pude realizar el sueño de pensionarme en la UFPS
Hoy veo a algunos de aquellos estudiantes,hoy jóvenes “setentones”. tan católicos y fervientes como antes, pero radicalizados y anarquistas, simpatizantes del Señor Presidente, de sus balconazos y sus cacerolazos, de sus marchas violentas y estimulando a los muchachos a destruir, a matar y hacerse matar sin lograr nada para la universidad pública. Entonces pienso que todo tiempo pasado… fue mejor.
Adenda: La Universidad Pública y ahora la privada, con sus objetivos propios van por un camino, pero el Gobierno dueño de los recursos y manipulando su manejo hacia la corrupción, destruyen su autonomía. ¿Pero, cuál autonomía?
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