Pese a las predicciones de que sería una guerra relámpago con el único fin de apoderarse de Kiev, después de más de dos meses la guerra de Rusia contra Ucrania sigue los patrones de guerras prolongadas, pues todo indica que se prolongará por otros meses o más. De acuerdo a la historia las consecuencias de una guerra a largo tiempo son graves, con más crímenes, más muertes.
Siempre habrá el peligro de que esta guerra se extienda, con graves consecuencias como el corte de la exportación de energía de Rusia que Europa necesita con urgencia y el probable aumento de la inseguridad alimentaria mundial debido a que la cosecha ucraniana se derrumbe generando desestabilización y malestar en todo el mundo. Rusia es el proveedor de Europa de gas natural, petróleo y carbón, mientras Ucrania es el granero de Europa, fuente clave de trigo y maíz. Según el Banco Mundial (BM), este miércoles el conflicto ya había provocado el peor aumento de los precios en materias primas en 50 años.
En estos casos las consecuencias son más graves para unos que para otros, en Estados Unidos la inflación más alta desde 1980 en supermercados y estaciones de gasolina, y la contracción de la economía en 1.4 % el primer trimestre de este año, cuando se esperaba un crecimiento del PIB en 1.2%, significan enormes problemas para el presidente Joe Biden, en un año de elecciones intermedias en el mes de noviembre. Pese a la manifiesta recuperación de la economía estadounidense desde la pandemia y a las cifras históricas de la creación de empleo Biden es acusado de estropear la economía. Como respuesta, Biden llama a la inflación “El aumento de precios de Putin”.
En el noticiero CNN, la pregunta es ¿Por qué se prolongará la guerra? Y la respuesta es: Ucrania cree que está lejos de la derrota y el invasor aún no ha sido derrotado. Esto significa que ninguna de las dos naciones tiene un gran incentivo para buscar una diplomacia urgente para poner fin a la guerra. Ucrania no confía en Putin y el heroísmo del ejercito ucraniano y el flujo acelerado de armas occidentales está alentando las esperanzas de victoria de Kiev, capital de Ucrania.
La amenaza de una guerra energética puede ser una realidad y las graves dificultades en Europa y los efectos colaterales en Estados Unidos, se harán más palpables con el corte de Rusia del suministro de gas a Polonia y Bulgaria, países miembros de la OTAN. Los efectos de esta guerra cada día extienden sus tentáculos llenos de daños en todas sus manifestaciones por todo el mundo.
La pregunta que más gana fuerza cada día es, ¿Hasta cuándo?