La incertidumbre es la sensación que se tiene hoy por lo que pueda suceder en las elecciones en Venezuela a juzgar por los acontecimientos más recientes. La fecha fue fijada para este día por voluntad del presidente Nicolás Maduro que coincide justo con el natalicio de Hugo Chávez, 28 de julio de 1954. Pero no es lo único a tener en cuenta.
Durante la campaña han sido hostigados de manera abierta los dirigentes de oposición desde distintos frentes con arrestos, prohibiciones, restricciones al libre tránsito y las amenazas hechas públicas por el mismo gobernante.
Los últimos pasos con intención de aplastar cualquier intento de garantías democráticas en el proceso de este domingo ha sido impedir que los veedores internacionales lleguen a su territorio para ser testigos en las elecciones.
Acciones de este tipo se gestaron desde cuando se impidió a comisionados de la Unión Europea cumplir con la misión de garantes y ahora con la expulsión de quienes llegaron a Caracas y fueron devueltos, entre ellos las dirigentes colombianas Claudia López y Angélica Lozano. Pero, no fueron las únicas; se impidió que un avión con dirigentes de América Latina y España saliera de Panamá con rumbo a Caracas, ellos querían vigilar el desarrollo de los comicios.
Solo los amigos de Maduro y aquellos que le aplauden desde la gradería, tales como Ernesto Samper y Rodrigo Londoño, han podido llegar a ese país, supuestamente para observar las elecciones y garantizar la pureza del voto. Samper aseguró “Puedo dar fe de que es uno de los sistemas más blindados de América Latina, la combinación del voto electrónico con el voto manual, la posibilidad de hacer auditaje nos lleva a no tener ninguna duda…” No parece ser así por el hecho de imposibilitar el arribo de otro tipo de veedores distintos a los de su entorno y amiguismo.
Se advierte por lo visto en las manifestaciones callejeras que, presagian una victoria de la oposición encabezada por Edmundo González y María Corina Machado, aunado a las cifras de las encuestas sobre intención de voto con un amplio margen en contra de Maduro. Lo cual no ha dejado dormir al gobernante que desea un tercer periodo a toda costa. Siente temor ante la inminente derrota y habría que recordar la frase de Sófocles: “Para quien tiene miedo, todo son ruidos”
Muchos de los venezolanos que abandonaron el país en los años de la diáspora regresaron para votar contra el régimen, otros han tenido menos suerte y no lo lograron. Pero, igual están pendientes de cuanto pase en su país, sobre todo con la inminente manipulación de los resultados que tuerza el verdadero sentir de los venezolanos expresado a través del voto.
El cambio de gobernante en el vecino país es necesario. Los gobiernos de Chávez y Maduro le han hecho mucho daño a ese país otrora próspero. Las políticas del socialismo del siglo XXI han sido dañinas en todos los aspectos, empobrecieron a los venezolanos que en masa tuvieron que salir para buscar otro destino fuera de sus fronteras. La libertad y la democracia que representa la oposición con su Edmundo González quien cuenta con la mayoría de las fuerzas de oposición tiene la victoria asegurada; El tiempo de Maduro y su séquito llega a su fin.
La comunidad internacional está vigilante y hace seguimiento para que los resultados expresen fielmente la voluntad de los electores y para que no sea cierto aquello que dice “Quien escruta elige”
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