Los mercados mundiales intentan recuperarse del lunes negro ocasionado por la inestabilidad fruto del riesgo de conflicto en Ucrania y por el fortalecimiento del dólar como consecuencia del remesón de la FED (Banco Central de Estados Unidos) con las anunciadas subidas de la tasa de interés.
El lunes de esta semana Wall Street se hundió y sus principales índices (Nasdaq, S&P, Down Jones) cayeron considerablemente. El precio del petróleo Brent, referente para Colombia, llegó a 89.99 dólares el barril el jueves, máximo desde 2014, mientras el WTI alcanzó los 87.26 dólares.
El lunes negro en finanzas se refiere al lunes 17 de octubre de 1987, día en que mercados de todo el mundo se desplomaron, aunque en un breve intervalo de tiempo. Las consecuencias se extendieron por largo tiempo.
Pero mientras se analizan los costos derivados de este lunes negro, se proyectan posibles resultados. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la región que menos crecerá en 2022 será América Latina con un 2.6 por ciento, tras un crecimiento del 6.7 por ciento en 2021. México tiene un crecimiento proyectado de 2.8 por ciento y Brasil apenas llegaría a 0.3 por ciento.
Entre quienes actualizaron sus proyecciones del PIB, todas las calificaciones de Colombia estuvieron al alza, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) ajustó del 3.5 al 5 por ciento y el Banco de la República del 3.9 al 4.7 por ciento.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, resaltó la publicación del diario The Economist, según el cual Colombia es el país con las mejores cifras de reactivación en el mundo.
La pregunta del millón es sin duda ¿Cuáles serán las fórmulas para sostener esa dinámica y lograr los resultados deseados? Según centros especializados el consumo privado, la inversión y la construcción serán determinantes.