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En la recta final
No ha sido fácil el trabajo del presidente Santos, pues ha tenido la oposición inclusive de sus propios  primos y de su primer vicepresidente.
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Viernes, 31 de Julio de 2015

La campaña política entró en lo que en los desaparecidos tiempos del hipódromo de Techo, convertido hoy en estadio de futbol, se llamaba ‘’la tierra derecha’’, la parte final de la competencia. 

Ya están inscritos los nombres de quienes aspiran a regir los destinos de las distintas regiones y ciudades, los electores ya saben, más o menos, los nombres de los candidatos de los distintos partidos y aunque faltan algunos detalles, se conoce casi con seguridad, quienes serán los encargados de la tarea final de los destinos de departamentos y ciudades en la conclusión del mandato del presidente Juan Manuel Santos, quien ha soportado con paciencia y estoicismo  la mala leche de su antecesor, envenenado por la enfermedad nacional, la envidia y por el deseo de volver a sentarse en la casa de Nariño.   

No ha sido fácil el trabajo del presidente Santos, pues ha tenido la oposición inclusive de sus propios  primos y de su primer vicepresidente, pero creo que ese factor le sirvió de acicate para hacer una buena tarea en muchos frentes, especialmente en el más delicado de todos, la búsqueda de la paz. 

Pero como decía mi mamá: ’’el que quiere marrones que aguante tirones’’. Y eso sí que se aplica en el caso de Santos, quien confesó que él, desde su lejana niñez, aspiró a ser presidente y para ello saltó todos los obstáculos, inclusive no haber sido parlamentario. 

Pero esa es una lección para los colombianos: el que quiere algo debe luchar para conseguirlo. El lema deben aplicarlo quienes desean regir los destinos de sus ciudades y departamentos. No creo que alguien haya caído en paracaídas.

En fin: ya debemos saber por quién votar en las elecciones de octubre. 

Son pocos los que todavía tienen dudas, por lo menos en el caso de Bogotá, donde tres personalidades, todos nacidos en la capital, se han inscritos para la alcaldía, en reemplazo del cuestionado Gustavo Petro, un exguerillero que pensó siempre que la alcaldía  es la mejor plataforma para la presidencia, y como buen mamerto de izquierda se dedicó a la parte social y abandonó la construcción de vías y la infraestructura para los carros de los ricos, que lo odian como el diablo a la cruz. 

Hay más opciones en el panorama electoral. Inclusive, vuelve a presentarse la Unión Patriótica, un partido al que la derecha paramilitar intentó desaparecer y que regresa a las urnas. 

También está el expresidente Álvaro Uribe, quien en Bogotá respalda a su exvicepresidente, Pachito Santos, uno de los herederos del principal periódico, quien ocupa el último lugar de las preferencias del electorado. 

En fin: en manos del electorado está decidir si se vota por la extrema derecha del expresidente Uribe, por la izquierda de Petro o por el surtido de partidos que han aparecido en el panorama nacional,  además de las colectividades históricas, el liberalismo y el  conservatismo, disminuidos por la falta de jefes de primera clase como en otros tiempos. Ya no hay gaitanes, laureanos, ni caudillos como los de antes. Toca conformarse con los barguiles, los hijos de Galán o los jefecillos regionales, muchos de los cuales no son “ni chicha ni limonada”. Pero se debe votar por  lo que da la tierra. No hay más. Ojalá lo hubiera pero la política no es la profesión de mayor prestigio. Muy pocos la quieren, Sin embargo, muchos aspirantes son herederos de algún veterano y hubo guerra por los famosos avales o permisos de los partidos para inscribirse. GPT

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