Siendo Colombia un país megadiverso en flora, fauna y ecosistemas, el medio ambiente debería estar presente en las agendas y debates de las campañas electorales a la presidencia y no solamente las famosas frases populistas que buscan cazar votos de incautos, pues esta vieja práctica antiética es bien conocida en época electoral, en la que muchos candidatos acuden a las mentiras populares o “frases coloquiales” que puedan llevar un mensaje rápido y confuso a los electores con el fin de así capturar votos de una enorme cantidad de población que no lee propuestas, no acepta ni respeta al que piensa diferente y que sencillamente se dedica a reenviar o repostear cadenas de WhatsApp o falsas noticias.
Una pregunta muy sana que debemos realizarnos antes de elegir por quién votar debe ser: ¿Y qué propone ese candidato? Dentro de mi búsqueda permanente de conocimiento y mi rol como investigador, consultor y profesor en áreas ambientales y afines, emergen otros interrogantes, tales como: ¿Qué papel juega el medio ambiente en la campaña electoral?
A mi juicio, considero que este debe ser uno de los temas centrales en las propuestas de los elegibles, y que todos pudiéramos leer, escuchar y debatir a los candidatos sobre los programas ambientales, sanitarios y de gestión de biodiversidad que van a desarrollar, por ejemplo, aparte de “fracking” y fumigación con glifosato, deberíamos saber, qué proponen para mejorar las condiciones de los más de 7 millones de colombianos que no tienen acceso a agua potable en sus hogares o saber qué planeamos como nación para ayudar a los 16 millones de colombianos que solo consumen dos o menos comidas al día; ¿será que algún candidato propone algo para entender la oferta y la demanda de alimentos y además desarrollar políticas rigurosas sobre seguridad y soberanía alimentaria?
Sería enriquecedor en los debates, saber qué piensan hacer para planear o gestionar la sostenibilidad de las ciudades y centros urbanos que albergan a 35 millones de colombianos, saber cuáles políticas van a formular o implementar para satisfacer el transporte urbano de esta cantidad de personas, teniendo en cuenta que este influye directamente en la calidad de aire y a su vez en posibles enfermedades respiratorias. Ahora bien, pensemos en otros aspectos, de pronto, ¿algún candidato propone algo para garantizar gas y energía eléctrica en la totalidad de hogares?
De igual manera, sería muy importante conocer la opinión o las propuestas sobre lo que piensan hacer para entender lo que sucede alrededor de los líderes ambientales y sociales asesinados años tras años. ¿Sabrán los candidatos por qué los asesinan? ¿será que algún candidato sabe qué es el acuerdo de Escazú?
Les recomiendo que, si un candidato solamente se dedica a pelear con el contrincante de turno, o a acusar o trata de ofender al otro como si fuera un preadolescente de octavo grado, sencillamente, NO vote por él, no vote por candidatos sin propuestas coherentes, sin agendas, sin una hoja de ruta clara a seguir.
Apreciado lector, si llegó hasta este párrafo de la columna lo invito a que NO COMA cuento, vote por usted mismo, no vote solo porque no quiere que gane alguno en específico, vote por el candidato que más se aproxime a representar algo de esos pensamientos o ideales de país que en su entendimiento considera que deberíamos tener todos, por esos somos una democracia.
Recuerda: todo colombiano tiene el derecho a gozar de un ambiente sano y que se garantice la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo (Art 79, CP).
Exijamos propuestas de verdad, pues lo que suceda en los próximos meses en el camino a la presidencia de la república, podría llevar a que el medio ambiente se posicione como un tema importante y de potencial crecimiento en el país o dejarlo de último en la fila de las prioridades institucionales como se ha acostumbrado.