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El voto castigo
En cada contienda electoral, para no ir tan lejos, en los últimos 16 años se ha venido mermando la participación de los cucuteños.
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Viernes, 3 de Noviembre de 2023

Acaba de finalizar el proceso electoral del 29 de octubre, con el triunfo apretado pero inobjetable de Jorge Acevedo ungido nuevo alcalde de la ciudad de Cúcuta con una diferencia sobre su inmediato contendor Leonardo Jácome, por un poco más de 2.300 votos.

La campaña se desarrolló con la presentación de propuestas muy generales y parecidas, matizadas principalmente por acusaciones sin sentido entre los diferentes candidatos que aburrieron y no despertaron las expectativas generadas en torno a tan variedad de nombres, 14 en total, que aspiraron al primer puesto municipal.

En cada contienda electoral, para no ir tan lejos, en los últimos 16 años se ha venido mermando la participación de los cucuteños aumentando la abstención, y los votos nulos y en blanco solo para hacerse con el certificado de la Registraduría que les representa un número limitado de ventajas. Los alcaldes elegidos en los últimos años de acuerdo con el censo electoral de más de 600 mil personas habilitadas para votar han llegado con un precario respaldo de escasos 15 o 16% y según los resultados del pasado proceso, el próximo alcalde de los cucuteños que inicia su mandato el 1 de enero de 2024 solo contará con el respaldo de 89.759 votos que representa un escaso 14%.

Revisando el comportamiento de los sufragantes a través del tiempo reciente, tenemos que, ante el descontento por los políticos en la conducción de los destinos de la ciudad, Cúcuta eligió un cura apolítico, Pauselino Camargo, desastroso, lo que dio pie para que en la próxima contienda se volviera a elegir un político. Ante otro descontento por los políticos, la ciudad eligió otra apolítica, María Eugenia Riascos, desastrosa, como el cangrejo, acabó con lo poquito que había realizado su antecesor, el político. Nuevamente ante la insatisfacción por los políticos, se eligió otro apolítico, inexperto en administración pública y administración empresarial, Jairo Tomás Yáñez, la tapa que le faltaba a la olla, deja más descuadernada a la ciudad. Como dicen algunos, entre esos, quién escribe, se tiró la plaza y los cucuteños en estas elecciones no quisieron saber absolutamente nada de apolíticos inexpertos y volvieron a elegir, como periódicamente lo hacen, un político.

Como paradoja, podemos reseñar que lo que perjudicó al doctor Acevedo en el pasado debate electoral, que perdió con el que iba a sacar a fuete a los zurrones del palacio Municipal por su ascendencia política y sus respaldos, en esta oportunidad lo benefició. Sin lugar a duda y lo manifesté en diferentes oportunidades en mis tertulias que el voto útil al final lo iba a favorecer por aquello del voto castigo contra los que respaldaban la candidatura del señor Leonardo Jácome. Y así, sucedió.

Ahora le corresponde al nuevo alcalde, recomponer la ciudad, rodearse de un excelente equipo de trabajo, hacer uso racional y honesto de los recursos públicos, cumplir con su programa de gobierno y ejecutar una muy buena parte del Plan de Desarrollo.

Buen viento y buena mar, Jorge

 

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