Terminó el primer mes de aplicación del nuevo sistema de salud para los docentes del país, el mismo que se ha propuesto como modelo para cambiar el actual sistema y que el gobierno nacional ha intentado lograr a través de la reforma a la salud que hizo su trámite en el Congreso de la República sin que tuviera éxito.
Cuando estaba terminando el mes de abril del presente año el ministerio de educación hizo público el anuncio que el Consejo Directivo del Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag) con el acompañamiento técnico del Ministerio de Salud que está lista la operación para iniciar el proceso de transición hacia el nuevo “Modelo de atención en salud para los docentes y sus familias” a partir del 1 de mayo.
Llegada la fecha del inicio del nuevo sistema los beneficiaros del mismo se dieron por enterados que los contratos con los nuevos prestadores de servicios en salud no habían sido firmados y quedaron a la deriva, tal es el descontento de los docentes que, han protestado y con movilizaciones están advirtiendo de la improvisación en el periodo de transición. Las citas médicas, la programación de cirugías y la provisión de medicamentos; son los males mayores que afrontan los usuarios de ese experimento. Los antiguos prestadores son ahora la tabla de salvación para los maestros y sus beneficiarios. En nuestra ciudad se ha tenido que recurrir a la Clínica Médico Quirúrgica para dar cumplimiento con los tratamientos que estaban en marcha o las cirugías que estaban programadas.
Ante las fallas que presenta el nuevo sistema y el riesgo que se hace evidente para la salud de los docentes que esperaban encontrar en el nuevo sistema una mejoría sustancial en la prestación del servicio, se ha producido un fuego amigo. El enfrentamiento entre el presidente de la Fiduprevisora John Marín, la entidad encargada de manejar el dinero para atender a los docentes y el ministro de salud Guillermo Alfonso Jaramillo quien responsabilizó al directivo de la entidad financiera de los problemas que saltan a la vista. En la comisión sexta del senado Jaramillo exculpó al presidente de los desaciertos en la implementación de un nuevo sistema de atención médica.
Pasados unos días recientes renunció John Marín a su cargo en la Fiduprevisora, se supo por cuenta de la senadora Jennifer Pedraza que este funcionario llegó al cargo apoyado por los congresistas del Partido de 'La U' Wilmer Carrillo y Saray Bechara. La piedra en el zapato -según el mismo- dejó el cargo al tiempo que se daban a conocer audios sobre los desacuerdos entre los dos los funcionarios que afectan directamente la atención a los profesores. Así que el plan piloto no funcionó y no puede ser modelo, lo desacredita la improvisación.
Entre tanto la EPS Sura no aguantó la presión y al agotar su patrimonio pidió al gobierno dejar de operar como EPS, lo mismo que ya había hecho Compensar, lo cual sumado a las intervenciones de Sanitas y Nueva EPS ponen en grave riesgo al sistema de salud. Todo es claro, se está destruyendo al sistema, en virtud del cambio, de la ideología. Lo lógico siempre ha sido construir sobre lo construido y subsanar los errores, para el caso actual se sigue actuando en contravía de lo que ha probado ser funcional. La crisis en salud seguirá creciendo, desde muchos sectores se lo han advertido al gobierno, pero la soberbia no le permite prestar atención a esos llamados.
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