En esta entrega tocaremos algunos de los despilfarros y excentricidades más recientes de los funcionarios y primeras damas de la Nación.
La primera dama de la nación, María Juliana Ruiz, de acuerdo con lo denunciado por el senador del partido Alianza verde, Iván Marulanda, utilizó un avión de la FAC, exprés para transportarse de Cartagena-Bogotá-Cartagena con el solo propósito de cambiarse un vestido para asistir a una cena con la canciller Claudia Blum en el centro histórico de Cartagena.
Pero también, María Juliana, utilizó el avión presidencial para transportar a su hija en su cumpleaños número 13 con un grupo de amiguitos acompañados por sus padres, al eje cafetero, parque Panaca. El presidente Iván Duque viajó al otro día en el mismo avión para no perderse el cumple de su hija.
Y el presiente Duque no se quedó atrás en los despilfarros en publicidad y pagos a los medios de comunicación aprovechando la pandemia para elevar su ego, saliendo al aire todos los días en entregas especiales, aburridas y destempladas, por cierto. Una investigación de la Fundación para la libertad de prensa reveló que la mitad de los recursos provenientes de fondos destinados a la paz, más de 20.000 millones se gastaron en pauta y posicionamiento de la imagen del presidente. Y los 70 mil millones del tumbe de Karen Abudinen de la Min Tic en la dotación de internet a niños pobres de Colombia, ¿qué?
Otro, para inflar su ego, corrió por cuenta del Fiscal General de la Nación Francisco Barboza, que se hizo editar un libro con gastos pagados por la fiscalía, que pasea sus perros en carros blindados y escoltas de la entidad y utilizó empleadas de servicios generales, según la revista Cambio, haciendo tareas de limpieza en su vivienda. Eso es abuso de autoridad y peculado por destinación diferente. Pero al alcalde quien lo ronda, no se va a auto acusar.
Y la vicepresidenta Francia Márquez, que criticó fuertemente a la primera dama María Juliana por utilizar un avión de la FAC, para cambiarse un vestido en Bogotá y volver a Cartagena, en el mismo día, lo olvidó y utiliza permanentemente “helicotero” pagado por el erario para ir a dormir a su casa en el Valle del Cauca, según lo denunciado por la senadora María Fernanda Cabal. La Vice ni se inmutó y respondió que lo seguiría utilizando: “De malas”.
La actual primera dama Verónica Alcocer del gobierno del cambio, como toda una trotamundos, en escaso año y medio les ha sacado el jugo a los aviones oficiales, doblando en gastos a las anteriores damas, haciéndose acompañar además como toda un Jeque de un séquito compuesto por masajista, peluquero, asesora, maquillador personal, fotógrafo y coreógrafo, todo pagado con dineros del presupuesto Nacional. La paradoja del exsenador Gustavo Bolívar es que fue un fuerte crítico del viaje de María Juliana y ahora guarda cómplice silencio. ¡La doble moral!
Lo risible de los mandatarios es que pregonan la austeridad en el gobierno, pero que no les cobije a ellos ni a los altos dignatarios que siguen despilfarrando los recursos del Estado, viéndose obligados a proponer permanentemente reformas tributarias para, con los impuestos de los ciudadanos, sufragar las excentricidades de los gobernantes y allegados.
A Colombia no llegará un José Mujica, uruguayo que se rebajó el salario o Marco Fidel Suarez expresidente acusado de indignidad por venderlo.
Y los despilfarradores colombianos, ¿no se sonrojan?
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