
Todo estaba previsto para que la tradicional conmemoración de la Batalla de Boyacá el 7 de agosto, se llevara a cabo en el Puente de Boyacá como en los años anteriores, con la presencia del jefe del estado. Sin embargo, estalló un paro de mineros en el departamento de Boyacá, que obligó a la cancelación de los actos previstos.
Sorpresivamente Petro el martes hizo un confuso anuncio en el sentido de que “no por el paro”, había resuelto hacer las celebraciones en Leticia. La razón que dio fue la de que el gobierno peruano “había copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Rio de Janeiro”. Igualmente agregó que el Perú se había apropiado de unas islas que habían aparecido en el río Amazonas.
El mensaje de Petro abrió públicamente una diferencia de varios años. Para alivio de males, el ministro del interior declaró que, si no se resuelve la diferencia con el gobierno del Perú la situación se podría poner “bien fea”. El gobierno peruano reaccionó inmediatamente en forma tajante.
El problema con la isla de Santa Rosa viene de años atrás y ha dado lugar a reuniones entre delegados de los dos países, sin que se haya llegado a un acuerdo.
El río Amazonas, es parte de la frontera colombo-peruana establecida en el tratado de 1922. Dicho instrumento establece que el límite es el llamado “thalweg”, o sea la línea que marca la parte más profunda del río. Lo que sucede es que el canal tanto en el Amazonas como en otros ríos, cambia con frecuencia debido a fenómenos naturales de diversa índole.
Para definir a quien pertenecían las islas existentes en ese entonces, en el año de 1929 y en desarrollo del tratado de 1922, se asignaron por una comisión mixta de los dos países las islas que pertenecerían a cada uno. De manera que las quedaban al norte del canal de ese entonces, eran colombianas y las ubicadas al sur peruanas. La asignación de las islas y el canal del río en ese entonces, que era el límite quedaron reflejados en un mapa elaborado por la Comisión en 1929.
Sin embargo, varias islas desaparecieron y otras, por fenómenos hidrológicos comenzaron a aparecer.
A poca distancia de una isla peruana cercana a Leticia, surgió por sedimentación una nueva isla que se denominó Santa Rosa, que el Perú consideró que era la continuación de la isla de Chinería que le había sido asignada en 1929. Envío colonos y policías, abrió escuela construyó vías. En el mes pasado el congreso peruano creo un distrito, algo así como una alcaldía menor en la isla.
Colombia ha considerado, que la isla es nueva y por lo tanto no fue asignada en 1929. Además, ahora el thalweg pasa entre la isla y el territorio peruano. De manera que la isla sería colombiana.
Además, como si fuera poco la isla, empezó a unirse a Leticia, de manera tal que sus habitantes para embarcarse en el río Amazonas, tendrán en breve que pasar por la isla de Santa Rosa, que según Lima es territorio peruano. Con las declaraciones, la diferencia ha aflorado con el efecto ineludible del deterioro de las malogradas relaciones con el Perú.
Siempre habrá lugar a la solución pacífica de las controversias con el Perú. Incluso en la Corte Internacional de Justicia y no importa que Colombia ya no esté vinculada a la jurisdicción obligatoria de ese tribunal.
Se requiere voluntad de entendimiento y buenos negociadores. Las cancillerías tienen la palabra, los mensajes al calor del momento no.
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