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El fraude se impuso en Venezuela
La televisión pública se encargó, de manera descarada de hacerle propaganda exclusiva y continua a los candidatos chavistas.
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Sábado, 21 de Octubre de 2017

Cómo diablos, se pregunta la oposición, pudo haber ganado el oficialismo madurista? 

En un país consumido por la inflación, la inseguridad y al tope de una crisis humanitaria de proporciones mayúsculas, resulta sorprendente que el régimen chavista hubiera obtenido 18 de 23 gobernaciones en las elecciones del pasado 15 de octubre.

La oposición deduce que hubo fraude en el proceso electoral. Mientras tanto, los gobernadores oficialistas electos, se posesionaron ante la recientemente elegida, Asamblea Nacional Constituyente. 

Los guarismos presentados por el Consejo Nacional Electoral, fueron totalmente contrarios a lo esperado por la oposición, lo mismo que por analistas y encuestadores que habían vaticinado un rotundo triunfo de la oposición.

Por lo inesperado del resultado, la impresión nacional e internacional, es que las elecciones fueron ilegales, a través del fraude, la violencia, manipulación, corrupción, trampa y ventajismo chantajista, con lo que se logró desconocer la verdadera voluntad electoral del pueblo.

No obstante que esa elección había sido convocada para el pasado 10 de diciembre, el Gobierno desconoció esa fecha y la fijo, arbitrariamente casi un año después. El término de campaña, que fue de un mes, estuvo marcado por el ventajismo oficial y por las trabas a los opositores. 

La televisión pública se encargó, de manera descarada de hacerle propaganda exclusiva y continua a los candidatos chavistas, mientras que a los opositores los presentaba como traidores a la patria e impulsadores del terrorismo.

El Consejo Nacional Electoral, prohibió a la oposición que actuara como coalición y los obligo a incluir en la papeleta, tanto a sus candidatos unitarios, como a los que ya habían sido eliminados en la escogencia primaria. 

A pocas horas de los escrutinios reubicó las urnas, sacándolas de los sectores donde tradicionalmente solía ganar la oposición, para trasladarlas a lugares donde proliferan los colectivos y barriadas chavistas, dificultando así la normal participación democrática de sus electores.

En la fecha electoral se produjeron una gran cantidad de anomalías: desperfectos en las máquinas de votación, fallas telefónicas y eléctricas, agresiones a opositores, votantes y testigos electorales, presencia de colectivos armados intimidando a los votantes opositores, rondas militares obstruyendo el voto democrático, empleados públicos, estimulados con bolsas de comida y funcionarios menores de la nueva Asamblea Nacional Constituyente intentando legitimar su existencia.

El oficialismo madurista, que asegura haberse oxigenado por el resultado electoral, anunció estar dispuesto a participar en las próximas convocatorias electorales, incluida la elección a Presidente de la República, que dicen realizarán a finales del 2018. La oposición, por el contrario, afirma no volverse a prestar a esta farsa, porque les resulta imposible que el Gobierno pueda perder con el sistema electoral existente.

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