Mucho se habla del relámpago del Catatumbo. Maravilla reconocida universalmente, y prácticamente ignorada por el país donde tiene su origen, Colombia, hoy al Catatumbo se le pretende estigmatizar, señalándole como el espacio donde más se cultiva “la coca”, que una vez procesada se expande por el mundo. Aceptando que esto sea cierto, quienes menos son responsables de esta situación son sus “colonos” o habitantes. El responsable de esto, a mi entender, es el Estado por su abandono a la región como un todo. El Catatumbo no es solo “coca”, tamaña infamia. Etimológicamente surgen diversas opiniones, conceptos, de su origen, como región. Lo real es que el universo le reconoce, como un lugar único en el planeta; tierra maravillosa es el Catatumbo. Se ignora su componente humano, animal, vegetal e hídrico, elementos fundamentales en el concepto de vida. El mundo animal y vegetal se ha pretendido liquidar, el recurso hídrico no se valora en su inmensa dimensión, el indígena motilón era reconocido por su valentía, bravía y apego a su hábitat hoy, es diezmado e ignorado, se habla de él a conveniencia de intereses mezquinos e innobles, que no son los suyos. El departamento Norte de Santander y el país como un todo, tienen una responsabilidad con esa maravilla que es el Catatumbo, lugar prácticamente olvidado, solo la mano de Dios, hace posible su existencia.
Si alguna parte de Colombia ha sido víctima de la violencia, de todo tipo, ha sido el departamento Norte de Santander y el Catatumbo, que entre otras cosas no es solo Tibú, una de sus mayores víctimas, malintencionadamente, se pretende identificar al Catatumbo, solamente con Tibú, municipio creado hace muy poco, esto no corresponde a una realidad geográfica e histórica. El Catatumbo es inmenso y como tal debe ser reconocido.
Estas reflexiones y muchas más, deben llamar la atención, en la búsqueda de una identidad como región, se impone recuperar la memoria histórica y geográfica, identidad que se ha perdido y por lo cual somos ignorados, en nuestro país. A sabiendas que acá nació la Republica y lejos de ser ignorados, debemos ser reconocidos, como parte del país Colombia. Nos merecemos un sitial de dignidad e identidad, las gentes del Catatumbo esperanzadas e insertas en el proceso de paz habían logrado, un lugar en Caño Indio, se les relegó con el argumento de ser solo una región cocalera. Tamaña infamia; la paz en el Catatumbo está maltratada.