Ya había afirmado que cualquier medida que se adoptara por los gobiernos en épocas de crisis, - mucho más en esta pandemia que ha paralizado al mundo entero - iba a ser mal considerada. Mas, no voy a explicar nuevamente este fenómeno que arropa a algunos voceros inconformes que dicen representar a la sociedad.
Hay que recordar que los tres días sin IVA fueron establecidos por la Ley de Financiamiento que se aprobó a finales de 2019, y que el Presidente Duque dictó un decreto reciente para que las fechas en las que se debe aplicar estuvieran dentro del período de confinamiento vigente.
Se concluye, por tanto, que el alivio tributario para la adquisición de varios bienes fue creado como una herramienta para favorecer a buena parte de la población, y como un estímulo al consumo que ayudara a la actividad económica en general. Hay que tener una mente demasiado retorcida para sugerir que estas exenciones fueron ideadas para favorecer a los dueños de unos almacenes y para perjudicar a otros.
Es innegable que el primer día sin IVA fue benéfico para la economía del país, y querer endilgarle a él la causa de todos los daños de diversa índole es otra expresión de la animadversión que despiertan en algunos los éxitos del Gobierno Nacional. Naturalmente, en todas las acciones gubernamentales hay fallas y se cometen errores; pero lo justo es hacer un balance imparcial de sus resultados.
En los próximos días sin IVA hay que aplicar correctivos derivados de la experiencia que se tuvo en el primero. Pero, está claro que no todo depende de las autoridades, sino que reclama la participación decidida de los comerciantes, los gremios, los medios de comunicación y, principalmente, los ciudadanos que más se benefician en tanto la jornada transcurra más ordenadamente. Creo que quienes critican de manera implacable el experimento, bien pudieran esperar hasta el final para hacer un corte de cuentas objetivo.
Hay que felicitar a muchos alcaldes por su magnífica contribución al éxito del primer día. Estoy seguro de que con su concurso será mayor en los que faltan aun.
NOTA: Aseguro que el Alcalde de Medellín, el doctor Daniel Quintero Calle, se ha destacado como el mandatario local del país más exitoso. De lejos, es quien mejor ha conducido a su ciudad en esta emergencia inesperada, considerando los resultados sobresalientes en todas las áreas de su administración. Las cifras conocidas son contundentes.
Pero, es muy preocupante la campaña de desprestigio en su contra que se ha desatado por parte de algunos periodistas (ejemplo la emisora WRADIO), y no alcanzo a comprender la razón. El día miércoles 24 de junio fue objeto de una implacable entrevista radial en esa emisora en la que quisieron acribillarlo por un hecho muy menor, sobre el cual el Alcalde explicó hasta la saciedad que ni se había materializado el hecho ni era el responsable directo. ¡Qué falta de imparcialidad de esos periodistas que han demostrado diariamente su malquerencia con el actual Gobierno Nacional!
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