Si existe un cargo difícil de ejercer cuando se actúa con honradez y responsabilidad es el de Alcalde. Y, más aún, el de Alcalde de Cúcuta por las características y particularidades de la ciudad.
Las dificultades que se derivan del cierre de la frontera; el drama de los inmigrantes venezolanos; la exacerbación del Coronavirus; los crecientes niveles de pobreza; el aumento de la delincuencia derivado del narcotráfico, son los hechos recientes que debe atender el burgomaestre cucuteño, sumados a los inveterados problemas que agobian a nuestra capital.
Esto es lo que ha tenido que enfrentar el ingeniero Yáñez Rodríguez, que recibió un mandato popular limpio en apoyo a sus propuestas. Con tal respaldo, él inició su mandato que generó una gran esperanza. Hasta aquí todo es claro.
Pero faltaba conocer la intervención de los políticos tradicionales derrotados por Yáñez con un megáfono. Es el momento cuando la ciudadanía tiene que salir a secundar a su alcalde; a ayudarle a poner en ejecución su estupendo Plan de Desarrollo que será la guía de los próximos años, y ejercer su defensa con actos tangibles con el fin de que pueda ejecutar cabalmente su programa de gobierno.
Aquellos políticos cucuteños acostumbrados a coimas y contratos amañados no han tenido cabida en el gobierno de Jairo Yáñez, y por eso han emprendido una dura oposición tratando de entorpecer la marcha de la Administración Municipal. Sin embargo, lo más lamentable es que dirigentes regionales, o bien, son indiferentes ante estas argucias, o las cohonestan para buscar algún provecho electoral en el futuro.
Resulta casi inverosímil que esta estrategia perversa sea dirigida por un jefe virtual desde la sombra de una celda carcelaria; y es más inaceptable que sea ejecutada directa o indirectamente por quienes han recibido el mandato popular de trabajar por su región.
El Pronunciamiento Público de la Junta Directiva de la Fundación Cultural “El cinco a las cinco” es un ejemplo del respaldo que necesita el Alcalde de Cúcuta. Debemos sumarnos a estas iniciativas con un espíritu cívico que hace falta acrecentar en nuestra ciudad capital.
En el documento de la Alcaldía “Mujer Emprendedora 2050” se insertó un párrafo que puede ser la definición del desempeño de Jairo Yáñez, que debemos tener presente para saber qué quieren cambiar los aviesos opositores: “En cuanto a las virtudes ciudadanas que utilizaremos para fijar nuestro rumbo se destacan la austeridad, la veracidad, la lealtad, la tolerancia, el espíritu de trabajo, la perseverancia, la fraternidad, la abnegación, el patriotismo y la vocación de servicio”.
NOTA: Registro con pesar el fallecimiento del sobresaliente político cucuteño Justo Pastor Castellanos cuya trayectoria fue la de un hombre batallador adornado de grandes virtudes cívicas. Rebelde, incisivo, franco, Justo Pastor llegó por sus propios méritos a ocupar un escaño en el Senado de la República desde donde sirvió bien a su tierra. Deja muchos amigos y un vacío en la dirigencia regional. A sus hijos y demás parientes, y a su entrañable hermano Víctor Castellanos hago llegar mi sentido pésame muy sincero.
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