Por estos días aparecía un estudio que señalaba los motivos que no permiten que Cúcuta sea más competitiva. Entre ellos, algunos indicadores nada favorables: entre 32 territorios evaluados como el de sostenibilidad ambiental, ocupamos el puesto 31. Más que un mal lugar, realmente es un resultado vergonzoso. La deforestación es una gran amenaza, “somos una sociedad depredadora”, señala el informe. Otros indicadores que no permiten a la ciudad avanzar en competitividad, el empleo y la salud. No superamos los indicadores del 2023. ¿Qué tanto hemos avanzado que nos permitan mostrar una ciudad competitiva y turística? Por estos días una amiga que venía de España hacía la pregunta que hace toda persona cuando llega por primera vez a conocer una ciudad, los sitios interesantes a conocer, y como todo europeo, la pregunta inevitable: ¿qué calles se pueden caminar en la ciudad? ¿Es peligroso?
Hace algunos años era placentero caminar por algunos de sus barrios. La arborización del Colsag, sus calles, algunos parques invitaban a caminar. Otros lugares en que antes lo podíamos hacer como la Riviera o los Caobos, especialmente este último, hoy en día más que por la proliferación de restaurantes y almacenes, la verdad es que el desorden, la manera caótica como han crecido, la proliferación de vendedores ambulantes no permiten que una caminata sea placentera. Qué lástima, pero lo que usualmente resulta turístico en toda ciudad, el primer lugar que se visita porque en principio están los museos, los sitios históricos, la arquitectura antigua, la historia de la ciudad, la iglesia, es conocer el centro, pero es tal el nivel de desorden y caos del centro de Cúcuta que supongo que es uno de los lugares que ya no podemos recomendar. Alguna de las personas que me acompañaba con la visitante decía algo muy cierto, se nota la falta de gestión de las alcaldías de la ciudad en los últimos años, en donde el solo estado de las calles resulta vergonzoso. Cúcuta, como lo dice el informe con los indicadores ya mencionados, no es competitiva, y frente a una experiencia como la que señalo, nos muestra que hasta el turismo no es fácil. No tenemos muchos sitios para mostrar. Es cierto que hay sitios como el parque San Rafael que tiene sitios agradables, y de hecho hasta caminatas saludables, pero son pocos los que tenemos.
El atractivo de una ciudad frecuentemente se mide por el placer y la posibilidad de caminar por ella. Es un concepto muy norteamericano y europeo. Hace unos meses me lo decía un catalán que hace buen tiempo vive en Bogotá, mientras hablábamos de un excepcional libro del escritor cubano Leonardo Padura, “El hombre que amaba los perros”. Me gusta Bogotá, tiene sitios y lugares interesantes, pero lo que más extraño de Barcelona, es no poder salir a caminar tranquilamente aquí. Así es, no resulta fácil, cómodo por algunas calles de Cúcuta. El desorden y el caos que se debe afrontar en momentos es insoportable. En momentos pensaba que si se trata de turismo, casi llegamos a ese punto, que por esa falta de competitividad es tan poco el turismo que tiene Cúcuta que los lugares más próximos para visitar, interesante por su arquitectura, y hasta clima: Pamplona. Aún así a nuestra amiga, para no creerlo, le encantó el sol de aquí, probablemente porque a su regreso le espera un fuerte invierno en Francia. Son un poco reflexiones que quedan de la ciudad. Frecuentemente escuchamos a concejales, y muy poco al alcalde hablar de los temas de Cúcuta, pero en realidad en eso de competitividad y turismo, son otros indicadores que no vamos bien.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion