Los colombianos esperamos terminar el año entre las primeras economías de Latinoamérica con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 10 por ciento de acuerdo a la proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), BBVA, Bancolombia y Banco de la República.
Estas expectativas de crecimiento se basan en las cifras de recuperación por encima de lo esperado en el segundo y tercer trimestre de este año dadas a conocer por el Dane. En estos buenos pronósticos inciden , además, la subida del precio internacional del petróleo, el cual se acerca a los 90 dólares el barril, como consecuencia de la falta de gas y carbón en China, India y Europa cuando se acerca el invierno. Esto aumenta la demanda de crudo y carbón.
Pero en la situación de contrastes en la que vivimos los colombianos, no podían faltar los indignantes informes sobre corrupción en la que aparecen involucrados médicos y IPS. Según la Unidad Investigativa de EL Tiempo, un mismo sujeto aparece 20 veces atropellado y las mismas IPS concentraron el mayor número de cobros ante la Administradora de Recursos del Sistema de Seguridad Social de Salud.
Nadie se explica cómo se aprueban pagos a personas que aparecen atropelladas por carros y motos fantasmas hasta 20 veces y cómo un mismo médico ortopedista acumula récord de atenciones a esos mismos reincidentes. Más de 27.000 atenciones de accidentes en 42 meses las hicieron solo dos médicos ortopedistas que autorizaron cifras superiores a los 25.000 millones de pesos en cobros ante la Administradora de Recursos del Sistema de Seguridad Social de Salud
Estos falsos accidentes viales representan un desfalco para la salud por más de 239.000 millones de pesos. Este dinero es el que tiene el Estado destinado para la atención de los accidentes de tránsito que no cubre el Soat.
Y para que no quede duda sobre el descuadre de cifras, según el Registrador Nacional del Estado Civil, Alexander Vega, los colombianos suman en realidad 55 millones de habitantes, de acuerdo a sus registros civiles, y no 50 millones como lo ha establecido el Dane.
Los analistas consideran que este desacuerdo del Registrador con el director del Dane a pocos meses de las elecciones, es un asunto de la mayor gravedad. Por esto, cualquier cuestionamiento que se le haga a las estadísticas oficiales del país debe contar con los soportes y argumentos técnicos sólidos.