El ambiente de fiesta que suele rodear las finales del fútbol colombiano se transformó en tensión y temor en el estadio Atanasio Girardot, tras el cierre del encuentro que definió al campeón de la Copa BetPlay. Lo que debía ser una noche de celebración terminó marcada por disturbios que obligaron a suspender los actos protocolarios y a activar un amplio operativo de seguridad dentro y fuera del escenario deportivo.
Los hechos se registraron una vez finalizó el compromiso entre Atlético Nacional y Deportivo Independiente Medellín, cuando en la tribuna norte se presentaron enfrentamientos entre aficionados, al parecer por la entrega de la copa. La situación escaló rápidamente y generó momentos de angustia entre los asistentes, mientras las autoridades intentaban retomar el control del estadio.
Disturbios en tribunas frenaron premiación del campeón
De acuerdo con las autoridades, los desórdenes incluyeron el derribo de vallas y el lanzamiento de objetos hacia el terreno de juego, lo que obligó a retrasar y finalmente cancelar la ceremonia de premiación. Por razones de seguridad, los jugadores de Atlético Nacional fueron trasladados a los camerinos y se restringió la movilidad dentro del escenario.
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El personal de logística, junto con la Unidad Nacional para el Diálogo y el Mantenimiento del Orden, intervino para contener la situación y evitar que los incidentes se extendieran a otras zonas del estadio. Sin embargo, los disturbios también impactaron el entorno, afectando la operación de algunas estaciones del sistema metro de Medellín.
Autoridades entregan balance y anuncian sanciones
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, rechazó de manera contundente los hechos y señaló que quienes protagonizaron los desmanes no pueden ser considerados hinchas. Aseguró que los responsables serán identificados y deberán responder ante la ley, al tiempo que anunció la convocatoria de la comisión local del fútbol para evaluar las sanciones correspondientes.
Las autoridades confirmaron un balance de 59 personas lesionadas, entre ellas siete integrantes de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, quienes resultaron con heridas leves y recibieron atención médica. Además, se reportaron procedimientos con menores de edad, que quedaron a disposición de las autoridades competentes.
Durante los controles de seguridad se incautó abundante material pirotécnico, incluyendo bengalas, pólvora y otros elementos prohibidos. Según la Secretaría de Seguridad de Medellín, más de 1.100 uniformados participaron en el operativo para controlar la situación, en una jornada a la que asistieron cerca de 43.000 espectadores.
Las autoridades reiteraron el llamado a vivir el fútbol en paz y advirtieron que no permitirán que actos de violencia empañen los eventos deportivos ni pongan en riesgo la seguridad de los ciudadanos.
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