Luego de la reunión privada que tuvo el fin de semana la primera dama de la Nación, Verónica Alcocer, y el papa Francisco, en el Vaticano, se conocen más detalles de este encuentro.
Según informaciones, la reunión que duró 30 minutos y en la que habló sobre la violencia intrafamiliar, el maltrato a la mujer, los niños y niñas, también se conoció que la primera dama le dio varios obsequios al sumo pontífice.
Una medalla en filigrana de Nuestra Señora de la Virgen Milagrosa, elaborada especialmente por el orfebre de Mompox, Eligio Rojas Quintana, y una fotografía que capta al papa Francisco en la visita realizada a la catedral de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, fueron los objetos ofrecidos al jerarca católico durante la visita en Roma.
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Sobre la foto presentada al sumo pontífice, se trata de una imagen de su visita a Colombia en 2017. “Muestra al Papa Francisco en actitud reverencial, a unos pocos pasos de un óleo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, durante su visita a Colombia. Se percibe el silencio que reinó en el recinto religioso mientras el Sumo Pontífice expresaba su devoción”, expresaron desde el despacho de la primera dama.
Cabe resaltar que el cuadro de la Virgen de Chiquinquirá, patrona del país, se trasladó especialmente de este municipio boyacense para que el líder religioso pudiera elevar una oración en su presencia. El papa, al ver la imagen, respondió: “Cuánto tiempo ha pasado y cuántas ganas de volver”.
Igualmente, se informó que Verónica Alcocer también le obsequió al papa, un trabajo fotográfico de 27 años, del fotógrafo Mauricio Vélez, en la que plasma los efectos del conflicto armado en Colombia y que hace parte de la selección publicada en el libro ‘Colombia, más allá de la memoria’.
Este regalo fue presentado al papa Francisco con la petición de que el máximo jerarca de la Iglesia católica eleve sus oraciones a Dios para que la paz se pueda consolidar en nuestro país y ponga fin a décadas de inequidades e injusticias en el territorio colombiano.
En retribución a los obsequios, el papa Francisco le regaló a la primera dama Verónica Alcocer un azulejo en cerámica, pintado a mano y esmaltado al fuego, con la imagen craquelada de la Cúpula de San Pedro, la Capilla Sixtina y la estatua de San Pedro bendiciendo la Encíclica y un rosario.
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