Con un señalamiento de que el Senado está escondido con “mortajas negras”, en un claro acto de dar la espalda a los colombianos, el presidente de la República, Gustavo Petro, inició su discurso del 1 de Mayo, jornada que escogió para radicar la consulta popular con la que busca que en las urnas se produzca el cambio al modelo laboral, que en el Senado se hundió.
Incluso Petro tuvo en sus manos una bandera, la bandera que llamó "de la guerra" (blanco, rojo y negro), ondeada por los independentistas en su momento para luchar contra el poder español y que aseguró se volverá a izar no para seguir en la guerra sino para pedir que se detenga la violencia y se den garantías garantías democráticas.
"Pero no nos pongan velitos negros de mortaja, el senador y el pueblo le tienen que hablar de frente al pueblo, así que los quiero aquí”, manifestó Petro, quien criticó la tela de color negro que cubría la fachada del Congreso, a propósito de las marchas y la congregación citada en la Plaza de Bolívar, que se contaba por miles.
Advirtió que “el pueblo de Colombia se levanta y los revoca” de ser negada la reforma "a la media noche" como siempre lo hacen en las votaciones. Sostuvo que “no somos pendejos, cada nombre de los que voten "NO" van a ser desnudado y mostrado ante los colombianos, vamos a ver si ellos van a seguir en el Congreso, no pasarán”.
En su andanada contra el Congreso, el mandatario le propuso a los asistentes y al país un "pacto" que consistiría en no votar por aquellos congresistas que se opongan a la validación de la consulta popular, que será radicada una vez concluya su intervención.
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