El presidente de la República, Iván Duque, dijo que espera que el testimonio del empresario colombiano Alex Saab, desvele la “narcodictadura” de Nicolás Maduro en Venezuela.
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“Yo espero que todo los aportes que haga Alex Saab a la justicia de Estados Unidos también muestren lo que hay detrás de esta red y es una narcodictadura que ha pretendido usar esta red para lavar dinero”, dijo Duque a medios desde Sao Paulo, durante una visita oficial.
El mandatario ha denunciado en repetidas ocasiones que el gobierno venezolano se sostiene con los dineros del narcotráfico, además de dar refugio a grupos irregulares.
“Yo espero que (...) también sirva para que se consoliden las denuncias que de tiempo atrás viene haciendo Colombia, que es ese contubernio que tiene el régimen de Maduro con grupos terroristas y narcotraficantes”, agregó el Jefe de Estado.
Duque agregó que ha proporcionado información a autoridades estadounidenses sobre empresas colombianas que presuntamente sirvieron para lavar ese dinero.“Hemos aportado pruebas importantes a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y a las autoridades de Estados Unidos, mostrando las redes de lavado de activos donde hay muchas empresas fachada en nuestro país”, añadió.
Comparecencia ante el juez
Expertos consideran que el testimonio de Saab podría revelar engranajes financieros ocultos de Caracas y sus países aliados.
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Pero, pese a exponerse a una condena de 20 años de prisión, Saab dijo que no colaborará con la justicia.
Ayer, el empresario, cercano al presidente Maduro, compareció por primera vez ante un juez estadounidense en Miami, que le notificó su imputación por blanqueo de dinero, tras su extradición el pasado sábado desde Cabo Verde.
“Está aquí en su comparecencia inicial por una acusación que le imputa un cargo de conspiración para cometer blanqueo de capitales y siete cargos de blanqueo de instrumentos monetarios”, declaró el juez John J. O’Sullivan, de la corte federal del distrito sureste de Florida, durante una audiencia celebrada por videoconferencia.
La justicia estadounidense acusa a Saab, de 49 años, y a su socio Álvaro Pulido, en paradero desconocido, de dirigir una amplia red para desviar fondos de un sistema de subsidios alimentarios en Venezuela.
Según Washington, ambos transfirieron unos 350 millones de dólares desde el país sudamericano a cuentas que controlaban en Estados Unidos y otros países.
Saab estaba preso en Cabo Verde desde su arresto en junio de 2020, durante una escala. Las autoridades del archipiélago africano lo detuvieron entonces a petición de Estados Unidos, que lo había acusado de lavado de dinero casi un año antes.
Washington crítica actitud de Caracas
El traslado del colombiano a Miami tuvo una respuesta inmediata por parte de Caracas. El gobierno de Maduro, que calificó lo ocurrido de “secuestro”, suspendió el sábado las negociaciones que mantiene con la oposición en Ciudad de México.
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Una decisión criticada por Washington ayer. “Están poniendo el caso de un individuo por encima del bienestar, por encima del sustento de los millones de venezolanos que han dejado claras sus aspiraciones de democracia”, declaró Ned Price, portavoz del Departamento de Estado.
El gobierno estadounidense instó además a Venezuela a liberar a seis exejecutivos de Citgo, filial de la petrolera estatal Pdvsa, que regresaron a la cárcel poco después de la extradición de Saab.
Esposa sale en defensa
Saab afirmó que enfrentará el proceso con “dignidad”, asegurando no tener “nada que colaborar” con ese país, según una carta leída por su esposa.
“Enfrentaré el juicio con total dignidad (...). Deseo dejar claro que no tengo nada que colaborar con Estados Unidos, no he cometido ningún delito”, declaró Camilla Fabri, esposa de Saab, leyendo el documento en una concentración organizada por las autoridades venezolanas, en Caracas, a la que asistieron unas 300 personas.
“Declaro que estoy en pleno uso de mi razón, que no soy suicida, por si acaso me asesinan y dicen que me suicidé”, precisó el colombiano, a través de la misiva leída por su pareja.
Madre de dos niñas, de 1 y de 4 años, Camilla Fabril calificó a las autoridades caboverdianas y estadounidenses de “cobardes”. “Lo que más le molesta a Estados Unidos es que mi esposo Alex Saab jamás se doblegará. ¡Jamás!”, exclamó.
Los familiares denunciaron que la extradición se hizo “a espaldas de los abogados”.