Arcelio Álvarez, un campesino de la zona rural de Montería, no podía dar crédito a lo que sus ojos veían. Había arrancado una yuca de 56 kilos de pesos, es decir 112 libras de ese apetecido manjar en las tierras del Sinú.
No era la primera vez que algo similar le ocurría. Su parcela, en la vereda El Martillo, jurisdicción del corregimiento Buenos Aires, había producido el mes anterior, una yuca de 48 kilos.
Está convencido que su tierra es bendita, pero también es consciente de las dificultades que tienen los habitantes de la zona para sacar sus productos a las centrales de abasto por el mal estado en que se encuentran las vías.