La Inteligencia Artificial ha logrado infiltrarse en todos los aspectos de la educación, desde sistemas predictivos en la inscripción y admisiones hasta la detección de plagio, generación de contenido, transcripción de clases y más.
Sin embargo, la falta de reglas aplicables puede generar confusión, uso indebido y una creciente preocupación entre los profesores y los padres. Por lo tanto, es crucial que las instituciones educativas examinen este asunto, aborden los riesgos éticos, aclaren las aplicaciones aceptables y garanticen el acceso equitativo. Sin reglas adecuadas, las instituciones educativas potencialmente arriesgan la seguridad de los datos y la calidad educativa a largo plazo.
¿Qué Riesgos Enfrentan las Instituciones sin Directrices Formales sobre la IA?
Los riesgos que enfrentan las instituciones sin directrices formales sobre la IA incluyen deshonestidad académica, aumento de la inequidad, exposición de datos de los estudiantes y alteraciones en la enseñanza. Un estudio de El país incluye a expertos que creen que una IA mal integrada podría hacer que los estudiantes se concentren menos en una etapa en la que están desarrollando habilidades cognitivas y analíticas.
En otras palabras, un niño podría volverse excesivamente dependiente de la IA y perder su capacidad de pensar críticamente. Estos y otros riesgos se detallan a continuación:
- Deshonestidad Académica: Los estudiantes pueden usar la IA para generar tareas de codificación, ensayos y otros trabajos y presentarlos como propios. Esto socava el proceso de aprendizaje y constituye una falta
- académica.
- Aumento de la Inequidad: Los estudiantes con acceso a herramientas de IA premium o con familiaridad en la ingeniería de prompts obtienen una ventaja sobre los demás.
- Incertidumbre del Profesorado que Interrumpe la Educación: Los educadores a menudo tienen dificultades para determinar cómo integrar eficazmente la IA en la educación. Algunos permiten que los estudiantes usen la IA, aunque con limitaciones, mientras que otros la prohíben por completo. Esta incertidumbre entre el profesorado puede provocar inconsistencias en las políticas.
- Exposición de Datos de los Estudiantes: Muchas herramientas de IA recopilan la información ingresada por los usuarios como datos de entrenamiento para perfeccionar sus algoritmos. Cuando los estudiantes ingresan información personal, detalles de identidad o trabajos escolares, surgen dudas sobre el almacenamiento a largo plazo. De hecho, un informe de Empantallados revela que la mayoría de las familias (83%) y los docentes (90%) están preocupados por las políticas de privacidad y el uso de los datos personales por parte de estas herramientas de IA, lo que demuestra la necesidad de un marco legal.
La falta de directrices adecuadas coloca a los educadores e instructores en la posición de gestionar el uso de la IA y mitigar los riesgos. Se necesita un marco coherente y transparente para prevenir tanto el mal uso como la sobrerreacción.
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¿Qué Deben Abordar las Políticas Institucionales sobre la IA?
Las políticas institucionales sobre la IA deben abordar la integridad académica, la equidad y justicia, la privacidad y seguridad de los datos, y el uso responsable de la IA en la enseñanza y el aprendizaje.
Las políticas también deben detallar claramente las expectativas para el profesorado y el alumnado, cumplir con las leyes existentes y establecer procedimientos para su monitoreo y evaluación. Por ejemplo, según la UNESCO, se debe establecer un límite de edad de 13 años para el uso de la IA en entornos educativos.
Los siguientes son los componentes clave de una política eficaz sobre la IA:
- Definiciones Claras: La política debe definir claramente qué herramientas pueden usar los estudiantes y docentes dentro del entorno educativo. Por ejemplo, generadores de texto, asistentes de codificación y software de transcripción.
- Casos de Uso Permitidos: Determinar y declarar con claridad cómo todos pueden utilizar la IA para investigación, aprendizaje de idiomas, apoyo en la escritura o ejercicios técnicos.
- Requisitos de Divulgación: Indicar si los estudiantes están obligados a declarar el uso de IA y en qué formato deben hacerlo.
- Comportamientos Prohibidos: También es crucial establecer qué se considera plagio, invención de información o tergiversación.
- Accesibilidad y Equidad: No todos los estudiantes o profesores estarán bien adaptados al uso de la IA, por lo tanto, es fundamental abordar cómo proporcionar acceso equitativo a estas herramientas.
- Protección de Datos: Aunque la IA puede asistir en muchas tareas, las preocupaciones sobre la privacidad son más relevantes que nunca. Es esencial detallar cómo interactuarán los datos institucionales y de los estudiantes con la IA.
Al preparar las reglas, publícalas y discútelas con las partes interesadas, y asegúrate de actualizarlas periódicamente. Al igual que las políticas de honestidad académica o los requisitos de asistencia, las directrices sobre la IA deben ser visibles, aplicables y adaptadas a los entornos educativos locales.
¿Cómo Pueden las Instituciones Implementar Reglas de IA sin Obstaculizar la Innovación?
Las instituciones pueden implementar reglas de IA sin obstaculizar la innovación adoptando un enfoque basado en riesgos, flexible y colaborativo. Esto implica definir claramente las regulaciones sobre la IA y abordar cualquier riesgo potencial que pueda aumentar la probabilidad de fallos.
Hay que tener en cuenta que la implementación de las reglas sobre IA no debe basarse en el castigo, sino en la equidad, la alfabetización y la integridad académica. Aquí hay algunos pasos de implementación que las instituciones podrían seguir:
- Puedes crear equipos de trabajo interdisciplinarios sobre IA que incluyan a docentes, estudiantes, personal de TI y expertos en accesibilidad.
- Organiza talleres donde se haga comprender a los educadores y estudiantes las reglas establecidas sobre la IA y los motivos que las sustentan.
- Desarrolla módulos de alfabetización en IA e inclúyelos en cursos de ciudadanía digital o habilidades básicas de estudio.
Además, puedes establecer programas piloto flexibles que permitan a ciertos programas experimentar con la IA antes de implementarla a gran escala. Integrar las reglas de forma lenta y progresiva puede conducir a una implementación efectiva y ayudar a alcanzar los objetivos establecidos.
La IA ha avanzado mucho y se ha integrado en casi todos los aspectos de la educación, influyendo en cómo los estudiantes escriben, aprenden y piensan. Las instituciones que no han logrado establecer reglas específicas se han quedado atrás tanto ética como pedagógicamente. Establecer reglas no significa restringir el uso de la IA por parte de los niños, sino asegurar un uso responsable y protegerlos de conductas indebidas no intencionales.
Crea una política que defina claramente las reglas y expectativas, dejando también espacio para la experimentación. Es el momento de construir esos límites, antes de que la confusión se convierta en el plan de estudios.
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