La carta enviada desde el Senado de Colombia a la Asamblea Nacional de Venezuela en la que se expresaba la necesidad de avanzar en la “normalización de las relaciones” con Venezuela, generó reacciones positivas entre diversos sectores de la sociedad tachirense. Y es que personalidades del ámbito político, económico y social, coinciden en que –factores políticos aparte-, las relaciones entre Colombia y Venezuela deben retomarse de manera formal.
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El exembajador de Venezuela en Colombia, Pavel Rondón, calificó la acción como audaz y muy útil pues daría un vuelco a la economía y al empleo, detendría las cifras de desempleo en Cúcuta e incluso podría revertirlas.
Pero Rondón advierte que la propuesta del Senado resulta inviable, si no recibe el apoyo del gobierno del presidente Iván Duque, sobre quien reposa la responsabilidad constitucional de la conducción de las relaciones internacionales del país.
“El presidente Duque y el presidente Maduro no coinciden, ni tienen porqué coincidir. Tienen modelos políticos y económicos distintos. Ellos no tienen porque cambiar esa posición en sus modelos”, dijo el diplomático al acotar que las relaciones entre los dos países se pueden mantener.
Por su parte, el experto en fronteras e integración, Francisco Sánchez enfatizó que la propuesta del Senado se centra en crear una comisión bilateral para trabajar sobre tres puntos específicos: la normalización de las relaciones diplomáticas, comerciales y la verificación de las buenas prácticas productivas entre ambos países.
Para Sánchez, “en el ecosistema democrático colombiano, se trata de una forma en la que el Senado intenta llamar la atención del gobierno colombiano sobre las relaciones con Venezuela”; mientras del lado Venezolano, la respuesta de reciprocidad a la misiva por parte del presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, incluye variaciones como las relaciones consulares, la seguridad de las inversiones de cada país en el otro y obvió el tema de las buenas prácticas productivas y por la estrecha relación entre Rodríguez y Maduro, podría considerarse una postura gubernamental.