La situación económica que impera en Venezuela impide mantener los vehículos al día, dijo Pedro Miranda, quien considera que hacerle un mantenimiento rutinario a los carros tiene un costo que escapa de las posibilidades de muchos propietarios, quienes ante cualquier desperfecto optan por hacerlo ellos mismos, buscar a un amigo e, incluso, guiarse por tutoriales de internet.
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Agregó que la mala calidad de la gasolina es un adicional que daña los sistemas de inyección y por ende las cámaras, los empaques, haciendo que el consumo de aceite y gasolina sea superior debido al bajo octanaje del combustible.
Gonzalo Angarita era propietario de un conocido establecimiento de Frenos, el año pasado durante la pandemia pasaban semanas en que nadie iba a hacerle revisión a los frenos, por lo que decidió desmontar su negocio y migrar a Ecuador.
“El parque automotor de la ciudad se está viendo afectado y por ello los accidentes”, dijo José Gregorio Coyazos, también dedicado al ramo automotriz, quien insistió en que muchos choferes se han convertido en mecánicos y reparan sus propias unidades dejando de lado los servicios especializados. “Incluso han dejado de usar los servicios de grúa, no están gastando porque el poder adquisitivo es muy bajo y los repuestos son muy costosos”, apuntó.
Un servicio general al sistema de frenos puede costar 240,000 pesos colombianos, solo la mano de obra tiene un valor de 50,000 pesos. El precio de las pastillas de frenos varía según el vehículo pero se encuentran entre los 40,000 y 70,000 pesos; mientras el sistema de bandas de freno oscila entre 60,000 y 70,000 pesos.
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