En una operación conjunta entre la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, fue capturado un hombre de 41 años quien estaría involucrado en la comercialización ilegal de fauna silvestre.
Durante el procedimiento, las autoridades rescate de nueve especímenes de la fauna silvestre: tres tortugas brasileras, cuatro ranas africanas y dos langostas, especies cuyo valor en el mercado ilegal supera los $22 millones.
Estos ejemplares fueron puestos a salvo por las autoridades y recibirán atención especializada.
El capturado deberá responder ante la justicia por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables.
Este operativo hace parte del trabajo que realiza la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental para contrarrestar el tráfico ilegal de especies, proteger los ecosistemas y garantizar la conservación de la biodiversidad en el territorio.
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“Reiteramos el llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier hecho que atente contra la fauna y flora silvestre, recordando que el cuidado del medio ambiente es una responsabilidad compartida. Las denuncias pueden hacerse a través de la línea 123”, agregó la Policía en un comunicado.
Lo cogieron en el aeropuerto con seis monos
Este es el segunda captura que se da por traficar con fauna silvestre este mes en el departamento.
Hace dos semanas, en el aeropuerto José María Córdova, en medio de una operación antidrogas la policía encontró que dos viajeros pretendían sacar del país dentro de su ropa interior a seis primates que se encuentran en riesgo de extinción.
Dos de ellos eran monos cariblancos (Cebus sp.) y cuatro, titíes piel roja (Oedipomidas oedipus), todos de dos meses de edad aproximadamente. Estos habían sido sedados y debido a las condiciones en que estaban, dos fallecieron, según reportó la Corporación Autónoma Regional Rionegro Nare (Cornare), aunque no especificó cuáles fueron.
Los otros cuatro también ingresaron en condiciones críticas al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) de Cornare, pues presentaban signos de deshidratación, malnutrición, lesiones en la piel y un alto nivel de estrés.
“Este caso evidencia el extremo al que llegan los traficantes para movilizar especies silvestres. Para capturar crías tan pequeñas, es común que asesinen a los padres, interrumpiendo el desarrollo natural de los grupos y afectando de manera directa la supervivencia de especies que ya están amenazadas”, explicó Javier Valencia, Director General de Cornare.
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