Desde el miércoles, cuando un grupo de hombres armados arribó a la finca Palo Caído, ubicada en la vereda Campo Nuevo, de Salazar de las Palmas, para llevarse a Ignacio Pacheco Molina con rumbo desconocido, los habitantes de esta zona de Norte de Santander tuvieron el presagio de que algo malo iba a ocurrir.
Precisamente, la mañana de ayer, uniformados de la Policía hallaron el cadáver de Pacheco, con los brazos amarrados con una soga y además, fue degollado.
Extraoficialmente se conoció que los homicidas se llevaron a la víctima al mediodía del miércoles, frente a la mirada impotente de los trabajadores de la finca y a menos de 300 metros de la vivienda, la asesinaron.
Cabe resaltar que para llegar al lugar del crimen se debe ir hasta un punto en vehículo y posteriormente se debe caminar durante una hora.
Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no tenían una hipótesis clara de los móviles del homicidio, por lo que miembros de la Seccional de Investigación Criminal de la Policía adelantaban las pesquisas para esclarecer el hecho.
No obstante, la Policía no entregó detalles del homicidio, por lo que se espera que en los próximos días se empiece a armar el rompecabezas de este macabro hecho.