“Uno de los policías intenta, por todos los medios, evitar que esta agresión se dé y finalmente tiene que usar su arma de dotación para evitar que ese sujeto hubiera terminado agrediendo de manera más grave a los policías. Reacciona, en el ejercicio de la legítima defensa, con el uso legítimo de la fuerza del Estado y usando su arma de dotación”, explicó Villa Mejía.
Mientras que uno de los uniformados sufrió una herida en una de sus piernas con arma blanca y el otro en un brazo, la reacción policial le produjo un impacto en la espalda a Ghilson, quien fue trasladado por la propia Policía al Hospital Pablo Tobón Uribe, de Medellín, donde falleció minutos después, producto de las afectaciones que le produjo esta lesión con arma de fuego. Los uniformados se encuentran fuera de peligro.
Los familiares del fallecido aseguraron que todo se dio en medio de una exaltación producto de los tragos y que la Policía no habría reaccionado en legítima defensa, puesto que “el tiro se lo dio por la espalda, cuando ya no lo estaba intimidando con el cuchillo, sino que ya iba corriendo de regreso para la casa”.
Con base en estas versiones, el mismo secretario Villa Mejía aseguró que tanto dentro de la Policía Nacional como de la misma secretaría avanzarán en las investigaciones para esclarecer plenamente lo ocurrido con este hombre.
La muerte violenta de Ghilson es la 289 que se presentó este año en Medellín, 13 casos más de los ocurridos el año pasado. De estos hechos, cuatro han sido en hechos que vinculan a la fuerza pública, uno menos que en 2024, según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc).
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