El 17 de septiembre, en el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, se destaca un aspecto crítico y muchas veces olvidado dentro del cuidado de la salud, la seguridad del paciente desde las primeras fases del diagnóstico, particularmente durante el proceso de toma de muestras en los laboratorios clínicos. Este proceso, es esencial para determinar el curso de un tratamiento médico, requiere una atención minuciosa para evitar errores que puedan comprometer la continuidad y pertinencia en la atención del paciente a lo largo del manejo de su patología.
“La seguridad en la atención en salud es un derecho fundamental y una responsabilidad colectiva de todos los actores del sistema. En el laboratorio clinico comienza desde la fase preanalítica, en la toma de muestras, por eso, es esencial que cada paso sea manejado con el mayor rigor posible”, explica Magaly Capera Gómez, Directora de Calidad y Acreditación de COLCAN, “la concientización sobre la seguridad en los servicios de apoyo diagnóstico es crucial, no solo para los profesionales de la salud, sino también para los propios pacientes y sus familias, quienes deben participar activamente en la verificación de su identidad y la correcta ejecución de los procedimientos”.
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El 70% de las decisiones clínicas dependen de los resultados de laboratorio, lo que subraya la enorme responsabilidad que recae en el proceso de toma de muestras, pues un error en esta fase podría llegar a alterar el diagnóstico y poner en riesgo la salud del paciente, por esto es vital que se refuercen las barreras de seguridad en todos los puntos del proceso, desde el momento en que el paciente llega al laboratorio hasta que recibe su informe de resultados.
Uno de los mayores riesgos es la identificación incorrecta del paciente, una falla activa que con frecuencia puede generar eventos adversos. Los errores en la toma, manejo y procesamiento de muestras pueden derivar en diagnósticos imprecisos, lo que a su vez impacta el tratamiento posterior, “concientizar sobre la importancia de la seguridad en este proceso es esencial para reducir estos riesgos; de hecho, más del 80 % de los errores que afectan la seguridad del paciente en los laboratorios pueden ser evitados con la implementación de buenas prácticas” añadió Capera.
Además, involucrar a los pacientes en el proceso diagnóstico fomenta una mayor confianza y colaboración con el equipo médico, cuando los pacientes son conscientes de las medidas de seguridad implementadas, se sienten más seguros y confiados en que el diagnóstico y tratamiento que recibirán estarán basados en resultados confiables.
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