La presencia de las mujeres en la sociedad colombiana ha sido destacable a lo largo de la historia. Las luchas por la defensa de sus derechos e igualdades son memorables como, por ejemplo, la que se dio en la década de los cincuenta por el derecho al voto.
En la actualidad, continúan siendo determinantes en diferentes escenarios, empezando por ser mayoría poblacional frente a los hombres. El aspecto educativo es otro en el que resaltan, según la Misión de Empleo, las mujeres en el país tienen más años de escolaridad que los hombres.
No solo la preparación sino un sin número de cualidades que poseen les han permitido abrirse campo en el ámbito laboral. No ha sido una tarea fácil y se enfrentan día a día a barreras de acceso y permanencia en el mercado laboral; hoy, solo el 53% hace parte de este, en comparación con un 74% de los hombres. Dentro de esta participación, un 23.61% están en cargos directivos, de acuerdo con un análisis que realizó la ANDI en 4.321 empresas.
La alimentación es fundamental para las mujeres ejecutivas y, en general, para las trabajadoras, ya que una alimentación balanceada aportará todos aquellos nutrientes que el cuerpo necesita para desarrollar todas sus funciones, entre ellas sus labores diarias.
Según Clara Valderrama, nutricionista e integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife Nutrition, la alimentación es un factor clave para el correcto funcionamiento del organismo, para todas las personas y en todas las edades.
“Las mujeres desempeñan muchos roles en su vida. Si la alimentación no se ajusta adecuadamente a esas necesidades, el desempeño en cualquiera de las áreas se puede ver afectado, derivando en un déficit de energía y nutrientes, lo que se podría reflejar en falta de concentración y disminución de la productividad en general”, explica la nutricionista.
Con el fin de evitar este tipo de situaciones Valderrama comparte ocho consejos de alimentación que pueden adoptar las mujeres ejecutivas y trabajadoras.
1. Es importante que cada una tenga un plan de alimentación ajustado a sus necesidades y estilo de vida.
2. Se recomienda que las comidas incluyan proteína, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y fitonutrientes, distribuyendo los alimentos a lo largo del día para que el cuerpo disponga de nutrientes y energía constantemente.
3. Tener en mente preparaciones sencillas que puedan ser consumidas en tiempos cortos y realizando pausas en las actividades para comer.
4. Llevar los alimentos desde casa, tipo lonchera, para garantizar la calidad y cantidad de nutrientes requeridos, evitando consumir refrigerios o comidas poco nutritivas por la falta de tiempo.
5. Hidratarse constantemente preferentemente con agua, o en su defecto, con bebidas bajas en calorías con té o guaraná que ayuden a dar sensación de energía, por su aporte de cafeína.
6. Consumir fibra, un tipo de carbohidrato que apoya el correcto funcionamiento del sistema digestivo.
7. Tener precaución con los alimentos altos en azúcares y grasas, y evitar comidas abundantes que pueden causar llenura excesiva.
8. Tomar bebidas que en su formulación incluyan toronjil para acompañar los momentos de relajación y descanso.
Finalmente, la especialista aconseja realizar rutinas cortas de ejercicio que contribuyan a tener un estilo de vida activo: “Existen actividades como el yoga o pilates que se pueden realizar en espacios pequeños y en tiempos cortos, trabajando varias partes del cuerpo. Hay que tener en cuenta que antes, durante y después de estas rutinas, es necesario mantenerse hidratado y consumir alimentos o suplementos que puedan aportar los nutrientes necesarios para el desarrollo de dicha actividad y contribuir a la alimentación diaria”.
Fuente: Herbalife
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