Una ligera mejora
Hasta el 31 de julio de este año, Álvarez indicó que se han registrado 12 suicidios en el departamento, de los cuales nueve fueron hombres y tres mujeres.
No obstante, aunque la cifra es más baja que la del mismo periodo de años anteriores, la situación sigue siendo preocupante, sobre todo en Cúcuta, donde se han reportado cinco de los 12 casos. Otros municipios como Pamplona, Chinácota, Cucutilla, El Carmen, Los Patios y Lourdes también han registrado incidentes.
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Aunque los datos del presente año parecen ser más alentadores, Álvarez subrayó que esto no debe ser motivo de complacencia, ya que cada vida perdida por suicidio representa un desafío para las políticas de salud mental del departamento, por lo que el objetivo es seguir trabajando para reducir estas cifras y ofrecer una mejor atención a las personas en situación de riesgo.
El IDS ha implementado un plan de intervenciones colectivas que busca promover el manejo de las emociones y la salud mental desde una perspectiva preventiva. Álvarez explicó que esta estrategia incluye una “caja de herramientas pedagógicas” para abordar la salud mental, dirigida no solo a los pacientes, sino también a sus entornos familiares y sociales.
Álvarez mencionó que los colegios son un factor clave en esta estrategia, por lo que han centrado gran parte de sus esfuerzos en llevar campañas de concienciación y prevención a los centros educativos, tanto de primaria como de secundaria. El objetivo es llegar a los jóvenes, una población vulnerable, y enseñarles a manejar sus emociones de manera efectiva, evitando que situaciones de estrés o desesperación los lleven a tomar decisiones irreversibles.
En Cúcuta y el área metropolitana, el Hospital Mental Rudesindo Soto es uno de los principales actores en la atención de pacientes con problemas de salud mental, ofreciendo atención especializada a pacientes en situaciones críticas.
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Sin embargo, también existen otras instituciones que juegan un papel importante, como el Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares en Ocaña, que cuenta con una unidad básica de atención mental.
Frente al tema de los intentos de suicido por intoxicaciones con medicamentos y sustancias psicoactivas, Álvarez mencionó que el IDS tiene identificados estos casos y que están trabajando para abordar las patologías asociadas a ellos, en el marco de una política de salud mental más amplia y compleja.
Una de las prioridades del IDS es garantizar que todos los prestadores de servicios de salud, tanto públicos como privados, estén capacitados para brindar atención integral a las personas en riesgo de suicidio.
Álvarez destacó la importancia de que estos prestadores adopten las guías prácticas clínicas basadas en evidencia científica, que han sido protocolizadas por el Ministerio de Salud y Protección Social.
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Asimismo, mencionó que la vigilancia en salud pública es clave para monitorear de cerca los casos de suicidio y garantizar una respuesta rápida y efectiva ante cualquier situación de riesgo. El sistema de vigilancia en salud pública es el encargado de analizar y viabilizar las intervenciones necesarias para prevenir nuevos casos.