Un hecho crucial para las víctimas de despojo y abandono forzado se ha concretado en Norte de Santander, donde la Unidad de Restitución de Tierras (URT), a través de su Dirección Territorial, logró levantar las medidas de suspensión sobre 62 casos que afectaban a zonas rurales de seis municipios.
Este hito jurídico y administrativo no solo destraba procesos estancados, sino que le abre la puerta a la Dirección Territorial para reactivar el trabajo en terreno, acelerar las rutas jurídicas y fortalecer la atención a las víctimas en la región.
La decisión se tomó en el marco del tercer Comité Operativo Local de Restitución (COLR), un espacio interinstitucional clave que contó con la participación de directivos de la entidad, así como con la presencia de mandos regionales de la Policía y el Ejército Nacional.
La coordinación entre las diferentes fuerzas fue fundamental para generar las condiciones de seguridad y confianza, necesarias que permitieran retomar estos trámites esenciales.
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Seis Municipios Clave donde se Retoma la Gestión
Mauricio Carreño, director territorial de la URT en Norte de Santander, confirmó el acuerdo alcanzado durante el COLR, por medio del cual se logró levantar la suspensión que pesaba específicamente sobre zonas rurales de Tibú, Chitagá, Labateca, Ocaña, Convención y Sardinata.
Esta resolución significa que la entidad podrá reanudar plenamente su labor y avanzar en los procesos de reparación integral en favor de las comunidades que padecieron el abandono forzado y/o el despojo en sus tierras. En total, estos municipios concentran los 62 casos que ahora seguirán su trámite con celeridad y rigor.
“Con el levantamiento de estas suspensiones, podremos desplegar nuevamente nuestros equipos en territorio, fortalecer los análisis jurídicos y técnicos, tal como agilizar el acompañamiento a las familias reclamantes,” afirmó Carreño.
Este paso es visto por la territorial como un punto de inflexión decisivo, pues permite garantizar que el 2026 sea un año de mayor avance en la búsqueda de soluciones y en la consolidación de derechos para los campesinos y comunidades rurales del departamento.
Más allá del levantamiento de las suspensiones, el COLR arrojó la aprobación de dos nuevas zonas de microfocalización: una que abarca el sector urbano y rural del municipio de Villa Caro, y otra correspondiente al sector rural de Sardinata, que incluye 10 veredas donde se concentran 83 solicitudes de restitución, medida que es fundamental para la estrategia de la URT, puesto que permite concentrar los esfuerzos institucionales en áreas donde existe una alta densidad de solicitudes pendientes.
Compromiso institucional para Reconstruir el Tejido Social
Carreño resaltó que todas estas reactivaciones conjuntas permitirán dinamizar la gestión institucional en zonas priorizadas del departamento. Esto se traduce en acciones concretas que buscan mejorar la articulación interinstitucional, fortalecer la presencia del Estado y seguir construyendo confianza en las comunidades.
El director hizo un llamado a la transparencia y la cercanía: “Nuestro propósito es avanzar con rigor, transparencia y cercanía.
Este levantamiento de suspensión nos impulsa a redoblar esfuerzos para que la restitución siga siendo una vía efectiva para la reconstrucción del tejido social y la garantía de no repetición en Norte de Santander”.
La URT ratificó su misión de devolver dignidad a las familias campesinas y asegurar que sus derechos sobre la tierra sean inalienables.
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